102 ARTILLERíA MEMORIAL , nº 174/2 - Diciembre de 2018 de Ilustración 1. Clasificación en cinco grupos de la amenaza UAS, con especial mención de las aeronaves LSS (grupos 1 a 3). Los grupos 4 y 5 engloban aeronaves de mayor tamaño, cuyos medios de contrame-dida se asemejan más a los de las aeronaves tripuladas. Fuente: DoD Unmanned Aircraft System Airspace Integration Plan; V 2.0, 2011.1 de los sistemas de armas concreta-dos en UT. DESARROLLO La táctica es la disposición de los medios militares propios respecto a los del enemigo, para obtener la vic-toria. En la defensa antiaérea esta disposición está muy condicionada por la capacidad de la amenaza aé-rea de poder, en principio, llegar a su objetivo desde cualquier dirección. La Artillería antiaérea debe ser capaz de combatir todo el espectro de la amenaza, desde los RPAS, micro y mini, a los caza de 5ª generación, lo que evidentemente obligará, junto a la necesidad de cumplir con los princi-pios y fundamentos antiaéreos... Este artículo no pretende adoc-trinar sobre cómo se hace un buen despliegue, porque eso ya lo con-templan las actuales publicaciones doctrinales sino poner en evidencia la falta de un sistema automático de evaluación que permita cono-cer la eficacia del despliegue antes de dar la orden de movimiento a la UDAA generada para que ocupe su asentamiento. Y eso ya es una ven-taja táctica puesto que nos permiti-rá corregir, tanto la composición de la UDAA, como el despliegue de sus medios, que son los dos elementos sobre los que podremos actuar di-rectamente. La Artillería antiaérea debe ser capaz de combatir todo el espectro de la amenaza, desde los RPAS, mi-cro y mini, a los caza de 5ª genera-ción, lo que evidentemente obligará, junto a la necesidad de cumplir con los principios y fundamentos anti-aéreos, a que las UDAA generadas estén compuestas por diferentes ti-pos de sistemas desde media cota a los de muy baja cota, e incluso “armas portátiles” como el “Drone Defender” (C-RPAS), o el sistema AUDS (para defensa de elementos fijos) que le permita cumplir sus co-metidos antiaéreos. Pero lo más importante es, en primer lugar “pensar en táctica”, que no es ni más ni menos que in-tuir, basándonos en el conocimiento exhaustivo de nuestras amenazas desde tiempo de paz, qué pueden hacer dichas amenazas a las que nos enfrentamos contra el elemento protegido y qué capacidades tienen los medios de que disponemos, todo ello teniendo en cuenta el entorno operativo en el que nos encontra-mos, y a partir de aquí, disponer nuestros medios de la manera más adecuada sobre el terreno. En este primer momento nos de-ben servir de guía los principios de la defensa aérea y antiaérea porque son fruto de las lecciones identifica-das, y aprendidas posteriormente, por nuestros predecesores en estos quehaceres antiaéreos. Todos los principios son impor-tantes y por tanto hay que tenerlos en cuenta, sin embargo habrá oca-
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