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Historia 150 MEMORIAL ARTILLERíA, nº 174/2 - Diciembre de 2018 de Tras las lecciones apren-didas al termino de la ope-ración “Desert Storm” contra Irak, las fuerzas aé-reas de los países que for-maban parte la coalición, muchos de ellos miembros de la OTAN, se mostraban un tanto confiados después de la aplastante victoria de la fuerza aérea contra Irak. La campaña aérea fue un éxito sin precedentes don-de en los primeros días de la campaña las aeronaves encargadas de llevar a cabo las misiones de supresión de defensas aéreas (SEAD) aniquilaron o dejaron ciegas a las baterías antiaéreas con potentes interferidotes y misiles antirradiación a fin de crear un espacio seguro para el resto de aeronaves con diferentes misiones por encima de los 10.000 pies. Las operaciones llevadas a cabo implicaban una com-binación de sorpresa táctica y decepción desde los pri-meros momentos de la cam-paña teniendo como objetivo forzar al mayor número po-sible de baterías antiaéreas iraquíes a emitir con sus ra-dares, descubriendo así su posición a las aeronaves con misiles HARM. Para mayor sorpresa de los aviadores aliados, los artilleros serbios también habían aprendido las leccio-nes de la operación contra Irak. Ellos además poseían los mismos sistemas anti-aéreos de origen ruso que los iraquíes por lo tanto no podían caer en los mismos errores que estos. Gracias a un plan de emisiones con-troladas (EMCON) lograron preservar sus unidades a En justicia para la OTAN, muchas de las diferencias entre la ope-ración Fuerza Aliada y la operación Tormenta del Desierto estaban fuera del control de los aliados. Para empezar, las malas condiciones climáticas durante la duración de la operación Fuerza Aliada fue una norma no una excepción. Segundo, las características del terre-no tanto en Serbia como en Kosovo limitaron la efectividad de muchos sensores a bordo de las diferentes plataformas aéreas y lo principal, que los operadores de los sis-temas SAM serbios fue-ron más diestros y astutos que los iraquíes. largo plazo lo cual constitu-yó una estrategia satisfacto-ria ya que unidades serbias aun disparaban sus misiles en el último día de la opera-ción Fuerza Aliada. En marcado contraste con la satisfactoria experiencia SEAD en la operación Tormenta del Desierto, los esfuerzos iniciales para suprimir las defensas antiaéreas Serbias en la operación Fuerza Aliada no dieron los resultados esperados. El objetivo principal de los primeros días de campaña era neutralizar el mayor número de baterías SAM y AAA posibles, en particular había que neutralizar sus radares de seguimiento y fuego. Su número aproximado eran 14 sistemas SA-3 con radar Low Blow y 22 sistemas SA-6 con radar Straight Flush, este último podríamos decir que es la versión soviética de nuestro sistema HAWK. Otro objetivo de estos primeros días de campaña lo constituían los radares de vigilancia de larga distancia los cuales podrían dirigir al personal portando sistemas (MAMPADS), como el sistema infrarrojo SA-7. El sistema de defen-sa aérea integrado (IADS) Serbio sobrevivió a la ope-ración fuerza aliada em-pleando tres métodos. Hay que remarcar que la deci-sión por parte de los alia-dos de no usar fuerzas en tierra hizo que las medidas defensivas serbias fuesen mucho más fáciles. Los métodos antes menciona-dos podemos destacar que fueron tales como no usar


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