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Cementerio español en Novgorod. Iglesia de San Nicolás. SA-Kuva. Internet. El día 4 de junio de 1942, día del Corpus Christi de ese año para los católicos, en plena segunda guerra mundial, una unidad de ingenieros españoles combatía contra la URSS en el frente del Este, en el frente oriental. Estos soldados formaban parte de lo que se ha llamado la División de Voluntarios Españoles, con el sobrenombre de División Azul, que conformó la 250 División de Infantería del ejército alemán, la Wehrmacht. El califi cativo de “azul” fue como consecuencia del color de sus camisas, el azul de la Falange, al salir de España. También, y algo despectivo, algunos alemanes les llamaron “caperucitas rojas”, por el color rojo de sus boinas, también de Falange. Sin embargo, este intento de ridiculizar a los soldados españoles, pronto se tornó en admiración por sus gestas, valor en el combate y hacer muy bien su ofi cio: combatir al ejército soviético. Quizás los hechos bélicos más signifi cados de coraje y valentía que realizaron los soldados españoles, si no todos, fueron el cruce del Lago Ilmen por la compañía de Esquiadores en la que hubo que amputar las dos piernas a veinte soldados por congelación, con el añadido que de más de 200 componentes de la misma, sobrevivieron solo unos pocos; y la batalla de Krasny Bor en la que en un solo día murieron más de 1 200 soldados españoles. La misión de la División Azul era luchar al lado de los alemanes contra el ejército soviético reforzando el frente de Nóvgorod y el frente de Leningrado, dentro del despliegue alemán en su avance hacia Moscú que había comenzado con la Operación Barbarroja en junio de 1941. Esta operación militar alemana de gran escala se inició con la idea de llegar hasta Moscú en un avance sin precedentes, solo homologable al que realizara Napoleón en 1812. Esta operación rompió el Pacto Germano - Ruso de no agresión y para la partición de Polonia que se había fi rmado el 23 de agosto de 1939, entre los ministros de exteriores de ambos países, Ribbentrop por parte de Alemania y Molotov por parte de la Unión Soviética. Este acto diplomático de conciliación aparente entre Stalin y Hitler sorprendió sobremanera a los comunistas españoles, exiliados en Francia al perder la guerra en España y encuadrados en grupos guerrilleros o maquisard, que recibieron la orden de no atacar a ningún soldado alemán invasor de Francia. Esta medida no la entendieron. No concibieron que los que habían sido sus enemigos en España, fueran a los pocos meses en Francia sus “amigos”. Esta extraña situación para ellos se “normalizó” al romper el ejército alemán el Pacto atacando a la Unión Soviética el ya mencionado 22 de junio de 1941. A partir de esta fecha los nazis y los comunistas volvían a ser enemigos recalcitrantes. La ciudad de Nóvgorod, también llamada “Nóvgorod la grande (Veliki Nóvgorod) “ y “Cuna de Rusia”, fue en el siglo IX la primera capital de Rusia. A orillas del rio Vóljov, pasaban por allí las principales caravanas comerciales que unían el norte de Rusia con el Asia central. La ciudad fue en el siglo XIV un centro cultural y espiritual de la iglesia ortodoxa. En 1992, su centro histórico y nueve iglesias y monasterios fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La unidad militar española referida fue el Batallón de Zapadores 250. Su puesto de mando estaba asentado en el interior del kremlin (ciudad 68 Armas y Cuerpos Nº 140 ISSN 2445-0359


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