Pruebas de la fase de oposición para el ingreso en la enseñanza militar. Más de 36.000 aspirantes EL mes de julio marca el final y el principio de la vida académica en los centros de enseñanza militares. Finalizada su formación, 1.530 alumnos reciben este año sus títulos en las ceremonias de entrega de despachos en las Academias y Escuelas de oficiales y suboficiales. Al mismo tiempo más de 36.000 opositores se encuentran inmersos estos días en las pruebas que les abrirán las puertas a la profesión militar. «El que las Fuerzas Armadas sean consideradas una de las instituciones públicas más valoradas tiene su reflejo en la juventud española ya que, anualmente, un elevado número de aspirantes desea participar en los procesos de selección», afirma el contralmirante Manuel Romasanta, subdirector general de Reclutamiento y Orientación Laboral. En 2019 se convocan 52 procesos selectivos, incluidos los correspondientes a promoción, que permiten a los militares cambiar de escala o de cuerpo. Las plazas que se ofertan alcanzan la cifra de 9.243 y se distribuyen en 1.871 para militares de carrera y de complemento, 6.750 para tropa y marinería, 72 para el acceso a la condición de permanente y 150 para reservistas voluntarios. A falta de convocar estas dos últimas, para el resto se han recibido un total de 36.494 instancias. Las solicitudes para promoción se han incrementado cerca de un 28 por 100 respecto al año anterior. Destaca también el repunte de solicitudes presentadas por mujeres para el acceso a la tropa y marinería, que han sobrepasado el 14 por 100, cuando en los cuatro años anteriores se situaban en torno al 12,5 por 100. Las mujeres que optan a las escalas de oficiales y de suboficiales se mantienen en cifras similares a las de años anteriores (25,41 por 100). El Cuerpo Militar de Sanidad es el que recibe mayor número de solicitudes, sobre todo para acceso directo a la especialidad Psicología (con una ratio de 22,25 peticionarios por plaza), y para Medicina sin titulación previa, que presenta una ratio del 13,36. últimos años han realizado los Ejércitos y la Armada para identificar qué contenidos de sus planes de estudios se corresponden con contenidos de la formación profesional. Este programa forma parte del protocolo de colaboración suscrito el 5 de junio, en la base aérea de Cuatro Vientos (Madrid), por las ministras en funciones de Defensa, Margarita Robles, y de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, para generalizar las enseñanzas de formación profesional en las Fuerzas Armadas. Un acuerdo que refleja, según Elías Ramírez, representante de la Dirección General de Evaluación y Cooperación Territorial de este Ministerio, «la decisión de avanzar en la conexión de la sociedad militar con la civil, que será cada vez más imprescindible». Para los tres primeros títulos convocados se han recibido un total de 2.955 solicitudes. «La enseñanza será modular, en la modalidad a distancia y sin perjuicio del servicio», explica el contralmirante Manuel Romasanta, subdirector general de Reclutamiento y Orientación Laboral. La fase presencial y examen se desarrollará en el centro que se determine en cada convocatoria. Inicialmente, será la Academia de Logística (ACLOG) en Calatayud, al que se unirán posteriormente la Escuela de Especialidades de la Estación Naval de la Graña (ESENGRA) en Ferrol y la Academia Básica del Aire (ABA) en León. OFICIALES Y SUBOFICIALES El contralmirante Victoriano Gilabert, director de Enseñanza Naval de la Armada, se mostró satisfecho con el desarrollo del modelo establecido en 2007 por la Ley de la Carrera Militar para los suboficiales, en virtud del cual estos reciben una formación profesional de grado superior. «La calidad de los militares egresados, ya con seis promociones incluida la de este año, responde plenamente a lo que la Armada espera de ellos», aseguró. La formación de oficiales, que es de grado universitario en aplicación de la Ley de la Carrera Militar, fue abordada en otro panel por el general Amador Enseñat, director de Enseñanza del Ejército de Tierra; el general Carlos Melero, director de la Academia General Militar de Zaragoza; José María Pousada, director del Centro Universitario de la Defensa (CUD) ubicado en la Escuela Naval Militar de Marín; y el general Juan Rodríguez, director de la Academia Central de la Defensa, de Madrid, donde se ubica el CUD de Medicina. «Integrar objetivos, gestionar intereses comunes: no estamos sumando, sino multiplicando », manifestó la profesora Margarita Robles Carrillo, ex codirectora del Centro Mixto Universidad de Granada- Mando de Adiestramiento y Doctrina, al referirse a la estrecha colaboración que desde hace un cuarto de siglo mantienen ambos organismos. Anticipó que los dos próximos proyectos de esta colaboración consistirán en la celebración del Congreso Ejército, Empresa y Universidad, alianza estratégica para 2035 y en la creación de un Máster Universitario en Estudios Militares, de un año de duración. En el panel dedicado a altos estudios, posgrado y cursos de cultura y diplomacia de defensa, la directora del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado, Alicia Alted, anunció la puesta en marcha del Máster de Historia Militar Avanzada. Por su parte, el rector de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín 12 Revista Española de Defensa Julio/Agosto 2019
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