o equipo desactivación explosivos polacos…) y todo ello, desarrollado en el marco de la nación anfi triona, los malienses, con cuyas autoridades de la zona hay que tratar para conseguir apoyos e información que favorezca la seguridad. Respecto a la labor de mando durante la misión ¿Qué singularidades destacarían? Desde que el despliegue internacional se llevó a cabo, la zona en el Sur de Mali presenta niveles elevados de seguridad, no obstante, la complejidad del entramado internacional, la diferente forma de vida y costumbres, así como la dureza de su clima y fauna, hacen que un teniente deba enfrentarse casi a diario con innumerables retos y que tenga que tomar decisiones de gran responsabilidad. Son frecuentes los accidentes de carretera con personal maliense debido a la temeridad en la conducción de éstos, las faltas de seguridad de los malienses en sus misiones compartidas de seguridad y protección, las pérdidas de enlace debido a la lejanía y la descentralización de las pequeñas unidades, lo que obliga a tener previstas una serie de medidas de contingencia. Como en otras muchas misiones en las que se pasa largo tiempo con los subordinados en 46 Armas y Cuerpos Nº 130 estrecho contacto, el teniente, debe saber administrar el tiempo y cuidar que la moral de la tropa esté siempre elevada. En Malí, esto es imprescindible pues las largas y cansadas jornadas de trabajo, bajo unas temperaturas que rondan los 38 grados y con altísima humedad, así como la necesidad de cubrir el cuerpo completamente evitando exposiciones a insectos, hacen muy duras las jornadas. Además, la relativa calma merma en ocasiones la motivación y es cuando la función del ofi cial para con sus subordinados adquiere mayor relevancia. El teniente debe saber motivar a sus soldados para que estén preparados en cualquier momento pues la amenaza está siempre presente. La instrucción debe ser el mejor modo de mantener esas capacidades, instrucción que debe ser imaginativa y atractiva; es por ello que se busca realizar ejercicios de tiro aprovechando la instrucción en los campos de tiro malienses, simulacros de alarmas donde se empleen todo tipo de capacidades, UAV (vehículo aéreo no tripulado), sistemas de telecomunicación, capacitadores etc... El deporte es el mejor medio para llenar las pocas horas libres. Realizarlo con incentivos competitivos fortalece la unión de grupo a la vez que estimula las ganas de conseguir metas, proporcionando una elevada moral. Las charlas con los subordinados deben ser periódicas, confeccionar un diario de metas y objetivos para la vuelta de la misión motiva a los soldados, no sólo aportándoles optimismo, sino a corto plazo, obliga a querer preparar dichos objetivos con entusiasmo. Es bueno que las actividades se complementen en la búsqueda de una formación integral, estimulando la estancia de manera positiva. En este sentido, buscarles dependencias adecuadas para el estudio puede ser algo esencial, así como
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