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drogas el Jefe de Unidad debe comunicárselo de forma individualizada y por escrito, se le debe de reiterar la advertencia de que el consumo de drogas es perjudicial para su salud y para su futuro profesional y se le ofrecerán los servicios sanitarios de la unidad para prestarle la ayuda que pueda necesitar. Se le incluirá en un programa de seguimiento en el que se le realizarán tres analíticas en los siguientes seis meses. Así mismo quedará a criterio del Jefe de Unidad, en función de las circunstancias, la limitación en el uso de armas y vehículos a ese personal. En el segundo episodio se procederá de la misma forma que para el primero. En el tercer episodio se le iniciará un expediente disciplinario por falta muy grave por reiteración en el consumo de drogas, así como se prohibirá el uso de armas y vehículos militares. ¿Se pueden registrar las taquillas?, ¿y los coches? •Las taquillas, cuando no se encuentren en dependencias consideradas domicilio, pueden ser registradas por orden del Jefe de la Instalación o Unidad, siempre de forma motivada y siguiendo un procedimiento establecido en el que se posibilite la presencia del afectado en el momento del registro. Los vehículos particulares que se encuentren en el interior de instalaciones militares, en aplicación del plan de seguridad de las mismas o por fundadas sospechas o indicios de actividad delictiva y siempre por orden del Jefe de la Instalación, también pueden ser objeto de registro. ¿Cuál es el mejor procedimiento para detectar droga en las instalaciones militares? •El uso de perros detectores de drogas se ha revelado como la mejor forma de detectar drogas, tanto en acciones sorpresivas como a consecuencia de información procedente de fuentes. Las taquillas de cambio de personal en locales no considerados domicilio así como los vehículos particulares en el interior de las instalaciones militares, también pueden ser objeto de estas búsquedas mediante equipos cinológicos. Para finalizar y más importante Este artículo, aunque pretende ser de utilidad a cualquier militar, tenga el empleo que tenga o sea de la condición que sea, va dirigido fundamentalmente a los alumnos de la Academia General Militar, futuros oficiales del Ejército de Tierra. Es por ello que debéis saber, en relación con las drogas, qué espera la institución de vosotros alféreces y cadetes de cualquier especialidad y en cualquier destino que os encontréis cuando forméis parte de la estructura de mando del Ejército. En primer lugar como jefes y líderes de las unidades que vayáis a mandar en vuestros sucesivos destinos debéis ser ejemplo y espejo en el que se miren los hombres y mujeres a vuestras órdenes. En segundo lugar ejercer como mediadores naturales adquiriendo capacidades de detección y de influencia para convencer a aquellos que puedan iniciarse, o ya lo estén, para que sean capaces de rechazar por si mismos tales hábitos. Por último y aunque resulte lo menos agradable a la acción de mando, aplicar con la rotundidad que sea precisa la normativa en vigor para aquellos que, por no haber dejado el consumo de estas sustancias, puedan suponer un riesgo para el resto de la unidad en el cumplimiento de las distintas misiones y cometidos. NOTA FINAL: en el momento en el que se redactó este artículo se encontraba en fase de borrador el III Plan General de Prevención de Drogas de las FAS. Dicho borrador, una vez sea aprobado y entre en vigor, no modificará lo sustancial del plan actual, no obstante pretende introducir algunas novedades importantes como son la perspectiva de género y la posibilidad de realizar, además de analíticas de orina, analíticas de fluidos orales para la detección inmediata del consumo de drogas. Todas las imágenes que acompañan este artículo están descargadas de internet y son de uso público 72 Armas y Cuerpos Nº 142 ISSN 2445-0359


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