Volvió a ser vencido (Ap. Iber, 47). Buscando refuerzos, Nobilior envió a uno de sus oficiales a solicitar caballería indígena a una tribu vecina ya aliada de Roma. A su regreso sufrió una nueva emboscada de los numantinos, que causaron bajas entre los romanos y provocaron que sus aliados escaparan (Ap. Iber, 47). Podemos fijarnos en que los celtíberos, al igual que los romanos, desplegaron una estrategia de almacenamiento de víveres que les permitiera resistir y coaligarse. Nobilior se refugia en su campamento (Ap. Iber, 47). La ciudad de Occilis, que se cree estuvo situada en el valle del Jalón, antes aliada de Nobilior, se une a los celtíberos y Nobilior se acuartela en su campamento a invernar. Fue un duro invierno en el que soldados romanos murieron por frío y enfermedad. M. Claudio Marcelo releva a Nobilior el año 152 a. C. (Ap. Iber, 47), con 8000 infantes y 500 jinetes. Tras lograr escapar a una emboscada, controló el Jalón y acampó ante Occilis, donde logró que esta ciudad se sometiera. Su estrategia fue proponer acuerdos de paz con las ciudades celtibéricas a las que exigió rehenes y 30 talentos de plata. Ante ello, la ciudad celtibérica cuyo nombre desconocemos, situada en Calatorao (Zaragoza), solicita la paz con Roma. Sin embargo, cuando se dirigía a esta ciudad fue atacado por celtíberos, probablemente para evitar el sometimiento de la ciudad. En represalia, sitió la ciudad y la atacó con máquinas de artillería. Los habitantes de la ciudad de Nertóbriga enviaron un emisario para solicitar la capitulación. Marcelo se muestra dispuesto a aceptarlo con la condición de que sean todas las ciudades celtíberas las que se sometan a las condiciones del acuerdo. 76 / Revista Ejército n.º 946 • enero/febrero 2020 En el año 152 a. C. una embajada de los pueblos celtibéricos, arévacos, belos y titos, viaja a Roma para la negociación del Tratado. Los primeros, enemigos de Roma, deben acampar fuera de las murallas de la ciudad; belos y titos, ya aliados de Roma, pueden hacerlo en el interior de la ciudad (Pol. 35.2). El Senado de la república romana no aceptó el acuerdo y Marcelo recibió la orden de reanudar la guerra. Se asentó en un campamento frente a Numancia, probablemente en El Castillejo, Los celtíberos, al igual que los romanos, desplegaron una estrategia de almacenamiento de víveres que les permitiera resistir y coaligarse Guerreros Vacceo y Arevaco
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