Protección contra incendios en polvorines
los gases o humos generados no sean arrastrados,
por la corriente de ventilación, a lugares ocupados por
los trabajadores.
Los accesos y las proximidades a los depósitos deberán
ser diáfanos y libres de instalaciones e infraestructuras,
manteniendo como regla general una
distancia mínima de, al menos, cincuenta metros
(50 m).
Distancias al entorno
Las distancias mínimas 2 que han de observarse en
el emplazamiento del polvorín respecto a su entorno,
se calcularán, en cada caso, de acuerdo con las
siguientes fórmulas:
V Figura 3.—Distancias función de la División de
riesgo. 2
En las que:
D: es la distancia a observar, en metros.
Q: es la cantidad máxima de explosivo que
puede haber en un edificio o local peligroso o
la capacidad máxima del almacén, en kilogramos.
Se entenderá por vías de comunicación las líneas
de ferrocarril públicas y las autopistas, autovías y
46 | Ingenieros Politécnicos
carreteras con una circulación superior a 2.000 vehículos/
día, según aforo medido.
Se entenderá por otras carreteras y líneas de ferrocarril,
las no incluidas en el párrafo anterior, excepto los
caminos con una circulación inferior a 100 vehículos/
día, según aforo medido.
Se entenderá por viviendas aisladas las que, estando
permanentemente habitadas, no constituyan un núcleo
de población.
Las distancias podrán reducirse a la mitad cuando
existan defensas naturales o artificiales. A la hora de
contabilizar las defensas no se considerarán las superposiciones
de defensas.
Para el caso de distancias entre los edificios en los
establecimientos con División de Riesgo 1.3 la pared
cumplirá con los requerimientos en cualquiera
de los casos si su resistencia al fuego es de al menos
EI-60.
Para el caso de distancias entre depósitos, con
División de Riesgo 1.4 y 1.6 l a d istancia e ntre a lmacenes
será de 10 metros. Mediante una pared
resistente al fuego EI-60 podrá reducirse la distancia
a la mitad.
Zona exterior
El área alrededor de los polvorines, considerando un
radio mínimo de 20 m, deberá mantenerse limpia,
ser debidamente identificada y exenta de materiales,
restos de combustibles y vegetación que puedan
propagar un incendio; de la misma manera que los
suelos y los techos.
A una distancia mínima de tres metros del polvorín,
se debe construir un espaldón perimetral natural o
artificial que sobrepase el alto del depósito para la
desviación del frente de onda.
Durante el diseño de despliegues en Zona de Operaciones
donde no se puedan cumplir todos estos
requerimientos siempre se orientarán las paredes
frangibles hacia zonas libres de obstáculos para minimizar
riesgos.