HISTORIA
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Hasta el 3 de abril de 1923, las Tropas de intendencia
carecían de estandarte. La única Bandera del
Cuerpo era la que por Resolución de 9 de junio de
1908 se había concedido a su Academia, y que fue
recibida con gran satisfacción por sus integrantes quienes
regalaron la vitrina para su custodia.
Las unidades de Intendentes clamaban por tener
el orgullo de poseer su estandarte como enseña de la
Patria, al igual que sus compañeros, y por los esfuerzos,
méritos, valor, superación en combate, heroísmo,
tenacidad, constancia y resistencia en las duras jornadas
de las campañas del norte de África en la primera
mitad de la tercera década del siglo XX.
Alfredo Rivera, corresponsal de El Imparcial en crónica
de 25 de febrero de 1922 escribía: «De la labor callada
y oscura de las sufridas tropas de Intendencia, que jamás
hallan descanso ni en la guerra ni en la paz, de ese sobrehumano
esfuerzo que realiza el soldado que ha de atender a su
defensa personal al mismo tiempo que cuida de la acémila y
de la carga que le confiaron, no tiene la opinión en España
ni la más ligera idea. Para juzgar de la heroica conducta,
del altruismo de estos hombres, es preciso ser testigo de sus
penalidades y sacrificios en la vida de campaña.»
El citado 3 de abril de 1923 se convirtió en una fecha
memorable en los anales de la historia de la Intendencia
del Ejército de Tierra. Se alcanza una sentida
y ferviente aspiración, un sentido y entusiasta anhelo
de los Intendentes, con la entrega del Estandarte a la
Comandancia de tropas de Intendencia de Melilla.
Su Majestad el Rey Alfonso XIII, a propuesta del
entonces Ministro de la Guerra Excmo. Sr. teniente
general D. José Olaguer Feliú y Ramírez, dicta la Real
Orden de concesión de 22 de abril de 1922, «deseoso de
mostrar su Real Aprecio a las tropas del Cuerpo de Intendencia,
por su actuación y servicios prestados en África,
así como la preparación de elementos y organización de
compañías expedicionarias con destino a aquel territorio, y
siendo la Comandancia de Intendencia de Melilla y la primera
Comandancia de igual Cuerpo las dos que en África
y la Península cuentan con más numerosos efectivos y en
mayor cuantía han nutrido los servicios que les incumben,
ha tenido a bien conceder a dichas dos Comandancias el
uso de estandarte correspondiente a Cuerpos montados.»
Sus Majestades los Reyes, D. Alfonso y Dña. Victoria
se dignaron a apadrinar el Estandarte, delegando
en el entonces Comandante General de Melilla, Excmo.
Sr. General D. Pedro Vives y Vich, y señora para
que fuesen en su nombre los padrinos de la ceremonia.
Tras la bendición de la Enseña Nacional, la Madrina
hizo entrega del Estandarte al teniente coronel
Martínez Guardiola, Jefe de la Comandancia de Tropas
de Intendencia de Melilla, manifestando el honor
que suponía representar a S. M. la Reina, el cariño
de la ciudad de Melilla a las Tropas de Intendencia y
exhortándolas a «seguir cumpliendo con vuestros sagrados
deberes, tanto en la paz como en los tristes y difíciles
días de guerra. Prueba de ello son los héroes y mártires de
estas tropas que os dan brillante ejemplo que imitar y a
los cuales con profunda emoción y cariño dedico el más
piadoso recuerdo».
IMAGEN 02: Estandarte concedido a la Comandancia
de Tropas de Intendencia de la Comandancia General
de Melilla por Real Orden de 22 de abril de 1922.
Fondo MUET que se custodia en la Colección Museográfica
de Intendencia del Ejército (Ávila)
En respuesta a dichas palabras, el Teniente Coronel
agradeció en nombre de todos y cada uno de los
componentes de la Comandancia el honor dispensado,
manifestando la voluntad permanente y deber
de defensa de la Patria. A continuación se hizo cargo
del Estandarte, como Abanderado de la Unidad, el teniente
de Intendencia D. Francisco Carrillo de Albornoz
y Laguno.
IMAGEN 03: Teniente abanderado de la Comandancia
de Tropas de Intendencia de Melilla, D. Francisco Carrillo
de Albornoz y Laguno, durante el acto de entrega
del Estandarte. Museo de Intendencia. Ávila