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REVISTA HISTORIA MILITAR 117

154 ALBERTO RAÚL ESTEBAN RIBAS esfuerzos de las autoridades para lograr que las tropas cobrasen con regu-laridad, la realidad era muy distinta: mientras los nobles casi siempre dis-ponían de comida, comodidades y monedas para costearse la subsistencia, la tropa padecía estrecheces y difícilmente se podía exigir a alguien más sacrificio y penuria cuando cada día se vivía con peligro de muerte en batalla o enfermedad. Además el soldado que debía alimentarse, vestirse y costear-se las armas y municiones con la paga convenida y que en muchos casos tardaba meses en cobrar, difícilmente mantendría la disciplina en los casos en que la paga se retrasase tanto tiempo: afirmaba Diego de Salazar que si faltaba la paga, faltaba el castigo, y si éste desaparecía, entonces también fallaba la obediencia: “es imposible castigar a un soldado que roba si no lo pagais”, concluye59. 3.2.1.- Motines Ya desde el principio de asumir el mando del ejército imperial Manuel Filiberto dictó órdenes severas en materia de disciplinaria, contando con el total apoyo del Emperador, puesto que a mediados de verano de 1553 se le concedieron amplios poderes en cuestiones de disciplina: “la detención, la excarcelación y la gracia están en vuestras manos”.60 Específicamente sobre los motines61 recogidos en el Diari, para la campaña de 1554 el príncipe Manuel Filiberto anota que el 28 de julio ha-bía tenido conocimiento del malestar que se extendía entre las tropas por el alojamiento –el príncipe utiliza el término “murmuración” para referirse al descontento–; durante los siguientes días este malestar fue en aumento y el día 30 de julio el Emperador se reunió con los oficiales de las tropas para intentar encauzar el asunto. Parece ser que finalmente se logró mejorar el alojamiento de las tropas en un campamento más amplio y con mejores accesos para los servicios de agua y suministros. La situación de violencia general que se podía provocar si estallaba un motín no solo afectaba a la tropa y a la población civil de los alrededo-res, también podía afectar a los dirigentes y generales; sirva el ejemplo del propio Manuel Filiberto cuando, a finales de septiembre de 1554, estuvo 59  España fue uno de los países que más insistió en el tema de las pagas y de su estricta regula-ción, A nivel de tercio existía las figuras del veedor, contador, pagador, comisario de revis-tas, prevoste, auditor y furriel mayor (provisiones y alojamientos) y a nivel de compañía, el furriel. 60  MERLIN, Pierpaolo: op.cit., p. 86 61  El tema de los motines en el ejército de Flandes del período de la revuelta holandesa se encuentra en el clásico capítulo 8 “Los Motines” de la obra de Parker. PARKER, Geoffrey: op.cit., pp. 188-203. Revista de Historia Militar, 117 (2015), pp. 154-166. ISSN: 0482-5748


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