LAS CONDECORACIONES EN LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA 237 Se introducen modificaciones en las insignias, pero curiosamente el collar mantiene la simbología de los Reyes Católicos. En su sello central, un águila de oro, en cuyo centro y ocultando el cuerpo de la misma, se destaca el escudo cuartelado con las armas de Castilla y León y las de Aragón y Sicilia. A ambos lados parten los quince eslabones separados unos de otros por dos hilos de cadena. En ocho eslabones de forma rectangular figuran enlazados un grupo de cinco flechas y un yugo, y en los extremos se hallan las letras F. Y. de carácter gótico esmaltadas en rojo. Los eslabones restantes son en forma de laurel, con los atributos de los mundos y columnas, iguales a las que llevan las demás categorías, y bajo el escudo pende la venera de la orden, del tamaño de la cruz de comendador. La gran cruz se componía de una banda de seda con dos fajas de color de oro cercanas a los cantos, de la que pendía la cruz de la orden, que sería de oro, coronada con corona olímpica o de cogollos de olivo, formada de cuatro brazos iguales, esmaltada de color rojo e interpoladas con los brazos unas ráfagas de oro; en su centro llevaría sobrepuesto un escudo circular, con las dos columnas y dos globos o mundos, enlazados con una cinta y cubiertos ambos con una corona imperial, llenando el campo del escudo los rayos de luz que, partiendo de los mismos globos, se extienden en todos sentidos, todo ello de esmalte. En su exergo, y sobre campo blanco, llevaría con letras de oro la leyenda «A la Lealtad acrisolada». El reverso, similar al anverso descrito, llevaba la leyenda «Por Isabel la Católica» en la mitad superior del exergo, y sobre campo azul, con perfiles de oro, una carabela en el centro del escudo. Además llevarían en el costado izquierdo una placa de oro como la cruz pero cuyo semicírculo superior del exergo lo ocupaba la leyenda del anverso y el interior la del reverso. Los comendadores con placa llevaban una placa como el reverso de la cruz descrita para las bandas del collar y gran cruz. La misma cruz, pen-diente del cuello, sería la de los comendadores ordinarios. Los oficiales y caballeros llevarían la cruz pendiente del pecho con cinta de los colores de la orden, con una roseta con idénticos colores sobre ella los oficiales. La cruz de plata era toda de plata con los emblemas del centro en esmalte, con la misma forma, tamaño y cinta que las de oficial y caballero, pero sin las ráfagas. Las medallas de plata o de bronce, eran de 32 milímetros de diámetro llevando en el anverso la cruz sin ráfagas, sobre fondo liso, y en su centro la alegoría y leyenda características de la orden; en el reverso; sobre fondo liso, una carabela, pendientes de cinta de los colores de la orden. Revista de Historia Militar, 117 (2015), pp. 237-294. ISSN: 0482-5748
REVISTA HISTORIA MILITAR 117
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