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REVISTA HISTORIA MILITAR 117

238 ANTONIO PRIETO BARRIO Ha de entenderse que hasta el final de la Guerra Civil el gobierno re-publicano mantuvo la administración de la orden, pero el gobierno nacional, en junio de 1938, restableció la orden en su ámbito, aprobándose un nuevo reglamento a finales de septiembre del mismo año. 9 5 ORDEN DE ISABEL LA CATÓLICA PLACAS DE LA GRAN CRUZ (i) Y DE COMENDADOR (d) La Orden de la República Un año después de la supresión de las órdenes de estado, en julio de 1932, el gobierno republicano siente la necesidad de crear una nueva orden nacional, civil y desprovista de todo carácter monárquico. Por ello se crea la Orden de la República, destinada a premiar los méritos que contrajeran los ciudadanos en el ejercicio de actividades beneficiosas para el interés público. Por motivos análo-gos y por razones de cortesía y reciprocidad, podría ser concedida a extranjeros, estando obligados sus herederos a devolver las insignias al fallecer el titular. Constaba de ocho grados, posteriormente ampliados: collar, banda, placa, encomienda, insignia de oficial, insignia de caballero, medalla de pla-ta y medalla de bronce. El collar llevaba como pieza central, un lazo de oro formado por tres lazadas y sus dos caídas, del que pendía la venera de la orden, también de oro, de tamaño igual al de la insignia de comendador. A ambos lados partían veintitrés eslabones, separados unos de otros por dos cadenillas. Diez de ellos llevaban, repetidos, los cinco cuarteles del escudo de España, esmaltados en sus colores. Rodeaban los escudos unas lazadas de oro, formando cada pieza un conjunto rectangular. Los eslabones restantes eran grupos de cordones de oro, entrelazados y colocados entre las piezas anteriores. La placa del collar se diferenciaba de la de la banda en que las ráfagas eran de oro. Revista de Historia Militar, 117 (2015), pp. 238-294. ISSN: 0482-5748


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