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REVISTA HISTORIA MILITAR 116

EL CUERPO DE CIRUGÍA MILITAR DEL EJÉRCITO A COMIENZOS... 33 recetadas a los pacientes, de un guardarropa, ayudantes y mozos de cocina y de un enfermero mayor encargado de controlar el trabajo de los enfermeros. Y, por último, se debía contar con clérigos que hablasen español y francés. Revista de Historia Militar, 116 (2014), pp. 11-72. ISSN: 0482-5748 Servicios en campaña Como refiere M.ª Soledad Campos, si la asistencia sanitaria de los militares es fundamental, «aún es más trascendental atender a los heridos en combate o como consecuencia de la contienda».54 En campaña debería ha-ber tres escalones sanitarios, el primero en la zona de combate, con puestos de curación o de sangre; el segundo compuesto por los medios de evacua-ción y el tercero por hospitales, como los de campaña, fijos, móviles tem-porales y de evacuación. El primer escalón lo formaban los sanitarios de las unidades. Hay que comentar, que en tiempos de guerra las planas mayores de los ejércitos debían disponer de un cirujano mayor del Ejército, dos ciru-janos consultores propietarios, tres consultores supernumerarios, ayudantes mayores o primeros, segundos ayudantes y varios practicantes, mientras que a nivel de regimiento habría un cirujano con el instrumental necesario, una tienda de campaña, que serviría de enfermería, y los medicamentos precisos, ya que estos cirujanos eran precisamente los que formaban la primera línea asistencial. En las inmediaciones del combate se establecerían los puestos de socorro u hospitales de primera sangre, debiendo tener dos fuegos encen-didos y preparados los instrumentos de cortar y sajar, paños, hilas, vendas y medicamentos para las primeras curas.55 Estos puestos de socorro estarían reforzados por los cirujanos de los cuerpos de segunda línea y los de entre líneas, ubicándolos a retaguardia de las tropas, a lo largo del frente. Y a unos 1.500 pies de rey de la línea de fuego se establecería una segunda línea con otros cirujanos. El cálculo de bajas del momento preveía que entre cuatro y cinco mil soldados serían heridos, cuando se enfrentaban dos ejércitos de unos 20.000 soldados. Cuando se producía un enfrentamiento armado, los sargentos serían los encargados de conducir a los soldados enfermos o heridos al hospital y no los abandonarían hasta verlos encamados. En los hospitales ambulantes solo se ingresaría a los pacientes que por su mal es- 54  Campos Díez, M.ª S.: «El despliegue de la Sanidad Militar en la edad moderna», en Revista Aequitas, págs. 225-250. <http://revistaaequitas.files.wordpress.com/2012/02/10-marc3ada-soledad- campos.pdf>. 55  Para confeccionar materiales de cura se utilizaban camisas viejas «que por casi carecer de apresto, constituían un buen material de apósito»; sábanas para hacer vendajes, estopa como absorbente y las hilas utilizadas como el algodón en la actualidad. Parrilla Hermida, M.: op. cit., págs. 8-26.


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