LA ENSEÑANZA EN LA ACADEMIA DE ARTILLERÍA:... 469 Por otro lado, dentro de este apartado de enseñanza de formación de los oficiales, es necesario abordar el tema de los profesores, pese a que, al final de este documento, se dedica uno específico a los mismos. Hasta ahora, en líneas generales, a lo largo de toda la enseñanza de for-mación, pasando primero por la AGM y después por las Academias Especia-les, se mantenía una línea continua, tanto en formación, como en objetivos y métodos de enseñanza, con las lógicas diferencias consecuencia de la es-pecificidad de cada Arma. Sin embargo, con el nuevo plan de estudios, se produce una discontinui-dad evidente entre los profesores del CUD y los de las Academia Militares. No se trata de juzgar si es bueno o malo, sino simplemente de exponer la realidad, ni tampoco si los unos son mejores, o más convenientes para la formación de nuestros oficiales, que los otros, o viceversa. Pero sí parece razonable tratar de conseguir una cierta homogeneidad en el profesorado a lo largo de toda la fase de formación de nuestros oficiales. Esta homogeneidad debe producirse, fundamentalmente, en tres aspec-tos: formación y condiciones profesionales, objetivos, y metodología de la Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2014, pp. 447-484. ISSN: 0482-5748 enseñanza. En mi opinión, en el caso de los objetivos, tanto los profesores del CUD como los de las Academias Militares se encuentran perfectamente “alinea-dos”, tratando todos de conseguir, cada uno dentro de su ámbito, como es lógico, el mejor oficial posible. En lo relativo a la metodología de la enseñanza, la ACART lleva años conjugando la clase teórica con la práctica y el desarrollo de sesiones por parte del alumno, tal como propugna Bolonia, por lo que, a mi entender, existe también un nivel más que razonable de homogeneidad entre los pro-fesores de uno y otro centro. Sin embargo, es en la formación y condiciones profesionales el aspecto en que, al menos aparentemente, se producen mayores discrepancias entre unos y otros. Sin poner en duda la valía intelectual y moral de los profeso-res militares, que en la inmensa mayoría de los casos ejercen su función de forma ejemplar, parece razonable que su formación y condiciones profesio-nales sean lo más parecidas posibles a las existentes en el Sistema Educativo General. En este sentido, se propone la actuación simultánea en tres campos: Cur-so de Aptitud Pedagógica (CAP), cursos postgrado, incluyendo doctorado, y capacidad de investigación. En la actualidad, únicamente en torno al 50% de los profesores de en-señanza de formación de la ACART han realizado el CAP. Si en el ámbito
REVISTA DE HISTORIA MILITAR EXTRA COLEGIO ARTILLERIA
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