Page 140

REVISTA GENERAL DE MARINA OCTUBRE 2015

como en otros teatros de operaciones de Europa. Ingresó en la Real Armada —non nata aún— en el sitio de Barcelona en 1714, ya con el empleo de capitán de fragata, siendo comandante de la fragata Sorpresa, de 44 cañones. A lo largo de su brillante carrera naval navegó también por los mares de Europa y América. En 1719 se ocupó de restablecer la Armada de Barlovento o del Caribe, que tenía por misión proteger la recalada de las flotas de Indias. Tras ser comandante general en Ferrol, formó parte del Almirantazgo, que presidía el almirante general infante don Felipe. Comendador de la Orden de Alcántara, falleció en Madrid a la avanzada edad de 92 años, siendo decano del Consejo Supremo de Guerra. Por esta circunstancia se inspiró aquel dicho popular dieciochesco que decía: «Te deseo más vida que la de un general de Marina». Para ilustrar esta miscelánea acompañamos una imagen de la espada del que fue primer comandante general del Departamento Marítimo del Norte entre 1730 y 1737, con capital en La Graña —ría de Ferrol—, y que se conserva en el espléndido Museo Naval ferrolano. J. A.V. 24.932.—El gran astillero de Rodas Desde el siglo V a. de C., Rodas fue una talasocracia, o sea, un Estado con una política y una economía basadas en el dominio de los mares, y sus grandes astilleros fueron mantenidos hasta mucho después de que este régimen de gobierno desapareciera. Como ejemplo de la envergadura de su condición marítima, decir que en el año 204 a. de C., durante la guerra entre los macedonios y los rodios, Heráclides incendió sus astilleros, quemándose 13 cobertizos, en cada uno de los cuales se estaba construyendo un barco de tres filas de remeros, muchos de ellos para ser vendidos a potencias extranjeras. Ya anteriormente, tras el gran terremoto del 226 a. de C. que dejó prácticamente MiSCELÁNEA destruida la isla y que acabaría con el mítico Coloso, ante la imposibilidad de obtener materiales para continuar la construcción de navíos, los reyes extranjeros, que veían que su abastecimiento naval peligraba, les surtieron de maderas, además de hierro, plomo, brea, crin y lona para las velas. Cuenta la leyenda que las mujeres rodias se cortaban el cabello, que luego entregaban a los astilleros para la fabricación de cuerdas. A. Á. R. 24.933.—Uniformidad en campeonatos y concursos En 1935, por O. M. de 31 de enero, se declara reglamentaria la asistencia a los campeonatos  o a cualquier otra clase de concursos que se celebren en la Marina, siempre que vayan representando a sus respectivas bases o escuadras. Usarán los siguientes trajes y colores: — Base Naval de Ferrol: jersey blanco con aspas azul y rojo y concha de vieira en pardo sobre el pecho; pantalón corto, blanco. — Base Naval de Cartagena: jersey amarillo, pulpo negro al pecho, pantalón blanco. — Base Naval de Cádiz: jersey verde, tiburón azul oscuro en el pecho; pantalón blanco. — Escuadra: jersey rojo con aspas blancas y ancla amarilla sobre fondo azul, en el pecho; pantalón blanco. — Jurisdicción de Madrid: jersey azul, cangrejo rojo sobre fondo gris en el pecho; pantalón blanco. M. G. d C. 24.934.—En el 120 aniversario de un hecho heroico El pasado 5 de junio se cumplió el 120 aniversario de la heroica defensa de una posición en la isla de Cuba 2015 567


REVISTA GENERAL DE MARINA OCTUBRE 2015
To see the actual publication please follow the link above