Page 79

REVISTA GENERAL DE MARINA OCTUBRE 2015

desapercibidos frente a sus depredadores, únicamente que en las esponjas llevada al extremo; nada tienen que envidiar a la broncínea circunspección de El Pensador de Rodin que, al igual que ellas, es una escultura que calla pero que tiene mucho que decir. Todo eso está muy bien, pero la esponja, de la que existen 6.000 especies identificadas e identificables en todos los mares del mundo, y unas pocas, que se escaparon de la mar, en el agua dulce presentan una forma y una estructura definidas que hay que mantener por medio de algún tipo de andamiaje. Los animales más avanzados lo consiguen gracias a un duro esqueleto interno RUMBO A LA viDA MARiNA En la fotografía del autor se aprecian cuatro anémonas o tomates de mar que se han cerrado para evitar deshidratarse al haberse quedado en seco en la bajamar. y a unos tejidos de sostén cuyas células, reunidas en un entramado muscular, se apoyan en aquel (por medio de los tendones) procurando la movilidad de los miembros y extremidades e, incluso, la del individuo entero. Pero como las esponjas, expresión del sedentarismo, solamente necesitan «mantener el tipo», se apoyan en un deslavazado exoesqueleto de espículas minerales, fabricadas por los pluriempleados amebocitos, y que, de manera laxa, traban las distintas partes de la esponja con un método —se me ocurre— similar al que se emplea con los pinchos morunos, o en costura, cuando se dice que el patrón se «cose con alfileres», frase que ha quedado en la parla coloquial como sinónimo de dicho o hecho «poco consistente». Dicha estructura esquelética, que actúa como sostén de la esponja y le presta rigidez, permite a los zoólogos clasificarla en cuatro clases: en la Calcarea las espículas son individuales y de carbonato cálcico. Los miembros de la clase Hexactinellida o esponjas vítreas poseen espículas silíceas fusionadas en una rejilla continua que, según especies, alcanza una gran belleza, como en el caso de la esponja regadera de Filipinas, que también se conoce con el expresivo nombre de «cesto de flores de Venus». Las esponjas de baño o blandas, pertenecientes a la clase Demospongiae, también tienen espículas de sílice, aunque en su caso se presentan dispersas, no fusionadas y, si acaso, ligeramente aglutinadas con una proteína llamada espongina. Los miembros 506 Octubre


REVISTA GENERAL DE MARINA OCTUBRE 2015
To see the actual publication please follow the link above