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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 126

EL PRIMER PAQUEBOTE A LAS INDIAS (1764) Así pues, el marqués de Grimaldi comunicaba a Campomanes, el 24 de abril de 1764, que el rey «se ha conformado con el parecer de la Junta sobre el establecimiento de un correo marítimo, regular y mensual, yente y viniente, a la América» (7). Y le indicaba que el monarca le encomendaba, junto a los dos administradores generales de la Renta de Correos antes mencionados, la redacción de un reglamento para perfeccionar la idea. De este modo, durante 1764 se pusieron a la tarea de elaborar la ordenanza que regularía el nuevo modelo de giro postal marítimo de titularidad regia. En otro orden de cosas, un servicio de correos de esta naturaleza precisaba de un conjunto de navíos específicos para transportar la correspondencia de manera segura y rápida desde España hasta los territorios americanos. Y para tal cometido se van a utilizar los denominados paquebotes. Cabe señalar que tales paquebotes, además de ocuparse del servicio marítimo postal, también podían transportar pasajeros y carga. Su origen se sitúa en el siglo XVII, en una embarcación que transportaba el correo entre Calais, en Francia, y Dover, en Inglaterra, que fue bautizada con la expresión packet-boat, «valija de correspondencia»-«buque», es decir, barcocorreo, término compuesto que se adaptó al castellano mediante el préstamo «paquebote» (8). El 30 de abril de 1764 el marqués de Grimaldi informa a los citados administradores generales de que el rey ha decidido comprar cuatro o cinco paquebotes para transportar el correo marítimo de La Coruña a las Indias (9). De la ejecución de dicha compra se encargó al capitán de navío de la Real Armada Pedro Castejón y Salazar, quien la verificó en Bilbao en julio de 1764, asegurando que los cinco paquebotes que había adquirido eran «los mejores y de más créditos de veleros de esta Ría, uno de ellos ha sido corsario esta guerra» (10). Pero Castejón añadió que «no se puede esperar que anden más que los taveques (sic), ni fragatas y embarcaciones de guerra, destinadas para cruzeros (sic) de corso, si las sobrecargan como que ban (sic) a México, andarán menos. Esto lo digo porque se lo que sucede en tales embarcaziones (sic) y en tales viajes, no porque ahora, en par, pueda ofrecerse, si por lo que ocurra en lo subcesivo, si hubiere guerra, en que es menester tener presente que a los mismos corsarios, los cojen (sic) los navíos y fragatas de guerra, y no se eche la culpa a quien no la tiene y a hecho quanto alcanza por todos medios para (7) LÓPEZ BERNAL, J. Manuel: El correo marítimo colonial (1764-1824). Rutas y tarifas postales. Real Academia Hispánica de Filatelia, Madrid, 2011, p. 42. (8) GARAY UNIBASO, Francisco: Correos marítimos españoles. El Mensajero, Bilbao, 1987, p. 57. (9) Archivo General de Indias (AGI), Correos 428A. Correspondencia del Superintendente de la Renta de Correos, el marqués de Grimaldi, a los Administradores Generales de Correos. Aranjuez, 30 de abril de 1764. Cabe mencionar que el puerto encargado hasta entonces de la salida de la correspondencia era Cádiz. (10) AGI, Correos 462B. Copia de la carta de Pedro Castejón a los Administradores Generales de la Renta de Correos. Bilbao, 4 de agosto de 1764. Cuando dice «de esta Ría» se refiere a la de Bilbao, ya que la compra de estos paquebotes se llevó a cabo en la villa bilbaína. Año 2014 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 77


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