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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 124

EL TENIENTE gENERAL DE LA ARMADA DON JOSE PRIMO DE RIVERA y SU ... la junta Central, no sin antes haber recibido los plácemes del general Palafox, extremadamente satisfecho por el valor, pericia, celo y patriotismo mostrados por nuestro protagonista. Por estos servicios obtuvo la graduación de teniente coronel de Ejército —que luego le sería permutada con la de capitán de fragata de la Armada—, la Cruz del Primer Sitio de Zaragoza y la de San Fernando de primera clase. Verificada su comisión en Sevilla, se presentó en el Departamento de Cádiz a hacer su servicio; y por real orden de 8 de noviembre de 1808 se le confirió el mando de la corbeta Mercurio, de 24 cañones, con la que salió para Valencia y otros puntos del Mediterráneo conduciendo pertrechos para los ejércitos que operaban por aquellos puertos. De regreso en Cádiz, dio la vela para el janeiro y Montevideo en comisión reservada de servicio, para fondear en este último puerto el 24 de septiembre de 1809. En el mando del expresado buque acreditó de nuevo su competencia, celo y energía (11). De vuelta en Cádiz el 2 de marzo de 1810, volvió a salir para Montevideo el 24 de mayo siguiente. Llegado que hubo el 5 de agosto, el gobernador de la plaza le comisiona para entregar a la junta revolucionaria de Buenos Aires la real orden que anunciaba la instauración de la Regencia que, con sede en la isla gaditana, gobernaría el reino en nombre de Fernando VII. Finalizada esta comisión, el 15 de diciembre siguiente se le confirió, con reserva del mando de su buque, el de una división naval, con la cual sostuvo el bloqueo de Buenos Aires hasta el 21 de octubre de 1811. En este lapso sostendrá repetidas acciones contra los fuertes y baterías de la plaza y contra las embarcaciones armadas y fuerzas sutiles de que disponían los disidentes. El comportamiento mostrado en estas lides le harán merecedor del respeto del enemigo, la aprobación de sus jefes y el beneplácito del gobierno de S.M., que el 24 de mayo de 1811 le concedió la efectividad del empleo de capitán de fragata y la Cruz de Marina laureada. Vida tan azarosa, en un clima por lo demás harto nocivo para los europeos, no pudo menos de causar un notable deterioro en la naturaleza de Primo de Rivera, por recia que esta fuera, así que el 21 de octubre de 1811, bien a su pesar y obligado por sus jefes, cesa en el mando de la escuadrilla para reponerse de tal cúmulo de fatigas en Montevideo. Aún convaleciente, fue comisionado por don Gaspar de Vigodet, virrey del Río de la Plata, para que pasase como encargado de negocios cerca del gobierno insurgente de Buenos Aires. Luego de desempeñar allí esta importante comisión a entera satisfacción del virrey, el 2 de enero de 1812 reasume el mando de la corbeta Mercurio y de la escuadrilla, con la que bloqueó de nuevo la ciudad de Buenos Aires, donde sostiene casi a diario acciones con los disidentes. Algunos de estos lances son muy reñidos, señaladamente el del 4 de marzo, cuando Primo de (11) Por esta época pensó Primo de Rivera en tomar estado. La elección de la que habría de ser su compañera en los cuidados domésticos y penalidades de la vida recayó en doña juana Sobremonte, hija del entonces virrey de las Provincias del Río de la Plata, marqués de Sobremonte. Año 2014 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 105


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