MEMORIAL DE INGENIEROS N.º 95 66INFORMACIÓN GENERAL Y VARIOS Al mismo tiempo, también deben existir las Armas como componentes de la estructura orgánica, como corporaciones, como depositarias de valores tradicionales de forja de soldados con una identidad y espíritu característicos, cosas que creemos son de importancia capital. Lo que ocurre es que no es fácil hacer coincidir ambos conceptos —Arma-función y Arma-corporación— y establecer una sola clasificación. Hay, por ejemplo, unidades como las acorazadas o mecanizadas cuyos componentes pueden pertenecer a dos Armas: Infantería o Caballería; mientras que hay unidades con misiones muy diferentes, como las de apoyo fuegos y las de defensa antiaérea, que pertenecen a la misma Arma: Artillería. La PD1-001 acepta una solución salomónica haciendo que prevalezca el concepto de Arma-corporación, como componente de la estructura orgánica, pero no para todas, y así define cinco Armas: Infantería, Caballería, Artillería, Ingenieros y Transmisiones. Sin embargo, a esta última no le da completamente ese carácter, ya que dice que está «enraizada en los Ingenieros», lo que puede interpretarse como que no se ha desarraigado totalmente, como ocurrió con otras especialidades en el pasado (Aviación, Automovilismo…), y que sus raíces son comunes. Quizás también lo es el tronco, aunque no sus dos ramas. Aparece también otra aparente complicación: estas Armas-corporación están todas en un cuerpo único, el Cuerpo General del Ejército, dentro del cual se constituyen especialidades fundamentales que, para los oficiales (no para los suboficiales ni la tropa), coinciden con las cinco Armas de la publicación citada. Ciñéndonos al caso concreto de los Ingenieros, lo que constituye esa característica común, ese modo de ser, de sentir, y ese espíritu característico forjado en la tradición que justifica su existencia como Arma, ha sido siempre que su misión fundamental y común es el conocimiento y empleo de las técnicas y los medios de las distintas ramas de la ingeniería civil para aplicarlos en apoyo del combate en íntima colaboración con las demás Armas. Como decía también la antigua doctrina, «es el Arma del trabajo técnico y, por ende, especializado». Esa idea es común a los zapadores, a las especialidades, a las telecomunicaciones e informática y a la guerra electrónica. Por eso, como Arma-corporación, el Arma de Ingenieros debería integrar, con el mismo derecho y tradición, al personal y a las unidades tanto de Ingenieros como de Transmisiones, aunque, lo mismo que ha ocurrido con los ingenieros civiles, la evolución de los conocimientos y procedimientos técnicos haya obligado a una especialización, sin perder por ello el carácter de ingenieros. Consecuentemente, es normal que en el Arma haya dos especialidades fundamentales distintas entre sí y necesarias tanto para la formación del personal como para la organización, instrucción, adiestramiento y empleo de las unidades: Transmisiones, que actualmente son las encargadas del establecimiento, mantenimiento y gestión de los sistemas de telecomunicaciones e información (CIS), y Guerra Electrónica, tan relacionada hoy con la ciberguerra, como por otro lado las de Zapadores y especialidades de Ingenieros. En conclusión, estas dos especialidades fundamentales de la misma Arma-corporación pueden, sin embargo, considerarse, desde el punto de vista de su función en el combate y la batalla, como dos Armas independientes, tal como indica nuestra doctrina actual.
Memorial del Arma de Ingenieros 95
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