Page 138

AEROPLANO 29

LOS VUELOS DE RODRÍGUEZ Y HAYA RECORDS NACIONALES El final de la década de los años veinte supuso para España, una transformación radical. En el aspecto político estaba en los últimos días de poder del general Primo de Rivera. El país se encontraba desorientado y no encontraba el rumbo apropiado. Esta desorientación política influyó en todos los ambientes; en el económico, en el social, en el sindical y hasta en el militar, principalmente en aviación. A pesar de los vaivenes políticos de la década de los años veinte, la Aviación española siguió con sus planes de vuelos y los aviadores militares protagonizaron una serie de vuelos destacados. La falta de recursos económicos y materiales dedicados a eventos que no fueran estrictamente militares y la inexistencia de estímulos para quienes pretendieran conquistar alguna marca de vuelo establecida oficialmente por la Federación Aeronáutica Internacional, dificultó extraordinariamente dicho objetivo. No obstante, la Aviación militar española conquistó sus primeros récords internacionales a los veinte años de haber iniciado oficialmente la actividad aeronáutica. Los protagonistas de la hazaña fueron el capitán Cipriano Rodríguez Díaz y el teniente Carlos de Haya González, que lograron inscribir el nombre de España junto a los países que ya habían logrado algún record internacional. El avión Breguet 19, tipo Gran Raid nº 71, se entregó –después de reparada una grave avería y de dotarle de cabina cerrada– al capitán Mariano Barberán y teniente Carlos de Haya, para efectuar un vuelo a Villa Cisneros. Poco antes de éste vuelo Barberán fue sustituido por el capitán Rodríguez Díaz “Cucufate”, sin que se pueda establecer la razón por la que Barberán fue sustituido. Inicialmente, lo que trataban de batir era el record nacional de permanencia en el aire. Posteriormente orientaron los preparativos para conseguir batir el record de velocidad en circuito cerrado de 5.000 km., que estaba en poder de los franceses Girier y Weis, con una velocidad de 188,097 km/h. LOS PROTAGONISTAS Cipriano Rodríguez Díaz, nació en Laredo (Santander) el 11 de febrero de 1904. A los quince años ingresó en la Academia Militar de Ingenieros y en 1923, al ser promovido a Teniente, fue destinado a la Comandancia de Ingenieros de Melilla, donde permaneció hasta febrero de 1924. Pronto acreditó su valor participando en numerosas acciones en la Guerra de Marruecos. Atraído por la aviación, no descansó hasta incorporarse 1924 para realizar el curso de Observador de Aeroplano, a la Escuela de Cuatro Vientos y más tarde a la Escuela de Tiro y Bombardeo de Los Alcázares. En abril de este mismo año fue destinado en prácticas a Melilla, donde dio comienzo su vida aeronáutica. Tanto en la escuadrilla de Bristol, como en el Grupo Expedicionario Breguet XIV, demostró su categoría comenzando sus ininterrumpidos servicios de reconocimiento, bombardeos y protección de columnas. Con la 2ª Escuadrilla, mandada por Eduardo González Gallarza participó en los combates llevados a cabo para levantar el cerco a la posición de Sidi Messand y donde los aviadores tuvieron que emplearse a fondo. Por esta acción el teniente Rodríguez fue citado como “distinguido” en la Orden General del Ejército. El 28 de julio obtuvo el título de Observador y continuó en la escuadrilla de De Havilland-Napier en el aeródromo de Auamara (Larache) donde estaba desde mayo. Sus compañeros, no tardarían mucho en darse cuenta que “Cucufate” como cariñosamente le llamaban, encerraba en aquel menudo cuerpo un enorme corazón y un cerebro privilegiado y tanto por esto como por la calidad de su trabajo al frente de los talleres del aeródromo, hizo que destacara entre sus compañeros. En abril de 1925 es destinado al Cuerpo de Reconocimiento de Getafe y tres meses más tarde se incorpora al aeródromo de Alcalá de Henares para realizar el curso de piloto elemental donde permaneció hasta su incorporación a Cuatro Vientos para efectuar el curso de transformación a avión de guerra. En 1926, obtuvo el título de piloto y volvió a Marruecos con la escuadrilla de Breguet 19. Participó con el mismo grupo en las operaciones de la bahía de Alhucemas, apoyando la ampliación de la cabeza de playa y la consolidación del terreno conquistado. Posteriormente apoyó desde el aire a la columna del comandante Capaz en sus originales y audaces operaciones, tan decisivas para la sumisión total del territorio. Llegada la paz, Cipriano Rodríguez es destinado a la escuadrilla de Experimentación. En 1930 ascendió a Capitán y en octubre con el teniente Haya, consiguió para España dos récords mundiales de velocidad. En este mismo año, inventó un nuevo sistema de lanzamiento de bombas, al que denominó “C:R.(tipo IV A-5)”, eléctrico, que mejoraba en rapidez, seguridad y eficacia a los conocidos hasta entonces. Otra nueva proeza había de anotarse el capitán Rodríguez: el vuelo directo Sevilla-Bata, acompañado también en esta ocasión por el teniente Haya. Con el mismo avión con el que batieron los récords el año anterior, despegaron de Sevilla el 24 de diciembre de 1931 y tras 27 horas de vuelo aterrizaron en Bata, después de recorrer 4.500 km. cruzando la cordillera del Atlas y sobre- 138


AEROPLANO 29
To see the actual publication please follow the link above