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volando el Sahara y la selva de Níger. El viaje constituyó un verdadero éxito de resonancia internacional. El regreso, que intentaban realizar en cinco etapas por la costa occidental de África, quedó interrumpido en Bamako (Sudán entonces colonia francesa) a causa de una fuerte tormenta de arena que les obligó a tomar tierra.En el despegue un fuerte viento inclinó el aparato, lo que hizo que metiera un plano y sufriera graves desperfectos. En 1936, Cipriano Rodríguez, publicó “Aeronáutica” una obra sobre Aerostación y Aviación, escrita con rigor pero con una prosa que permite su lectura más como un libro de divulgación que como un tratado técnico. El inicio de la Guerra Civil (1936-39) le sorprendió en Plencia, cerca de Bilbao; al negarse a prestar servicio al Gobierno del Frente Popular, fue detenido. Al poco tiempo, vestido de marino alemán logró evadirse de Bilbao a bordo de un destructor de la misma nacionalidad, presentándose en la zona nacional el 20 de septiembre de 1936. Quedó en expectación de destino en la Jefatura del Aire (Salamanca), a las órdenes del comandante Arranz donde desarrolló una importante labor de organización. En marzo de 1937, al ser promovido al empleo de comandante, le fue confiado el mando del Grupo 6-G-15, de Heinkel 45, de nueva creación, con el que intervino de manera notable en la batalla de Brunete, realizando 14 servicios de guerra. Posteriormente participó en las acciones que culminaron con la ocupación de las provincias de Santander y Asturias. Finalizadas las operaciones del Norte, quedó destinado en el Estado Mayor de la Primera Brigada del Aire, hasta el 2 de septiembre de 1938, que asumió el mando del Grupo 15-G-21, de bombarderos Savoia 81, con el que participó en las operaciones del frente de Aragón. Días más tarde, le nombran jefe de un grupo de “Cadena”, el l 4-G-12, de Romeo 37, donde de nuevo demostró su capacidad para sacar todo el rendimiento posible a la Aviación de Asalto. El 2 de octubre, durante la cruenta batalla del Ebro y cuando realizaba un servicio en este sector, el avión que pilotaba fue alcanzado por la artillería antiaérea enemiga, arrojándose en paracaídas y resultando muerto, al ser ametrallado, cuando descendía. Por sus destacados méritos durante la contienda, cuatro días después de su muerte les fue concedida al capitán Cipriano Rodríguez Díaz, la Medalla Militar individual y el ascenso a teniente coronel por méritos de guerra. Carlos de Haya Gonzalez, concuñado de García Morato, era de carácter muy diferente a Morato. Serio, de gran estatura, destacó en todo cuanto hizo en aviación, con un esfuerzo constante, consecuente con su férrea voluntad. Había nacido Haya, en Bilbao, el 1 de marzo de 1902, ingresando en la Academia Militar de Intendencia a los dieciséis años; promovido a Alférez en 1921, marcha voluntario a Marruecos para participar en la contienda que allí se desarrollaba. En la Comandancia de Melilla, tomó parte activa en numerosos convoyes a las posiciones avanzadas y participó en la reconquista de la posición de Afrau. En 1925 ingresó en la aviación militar. Hizo el curso de piloto en la Escuela de Albacete y tras realizar el de Transformación en Cuatro Vientos, fue destinado a la zona oriental de Marruecos, a la escuadrilla de caza Bristol, estacionada en el aeródromo de Nador. Encuadrado en esta Unidad participó en las operaciones de la campaña, realizando misiones de reconocimiento y bombardeo en el sector de Sidi Messaud; también realizó misiones de ametrallamiento y 139 Capitán Cipriano Rodríguez y teniente Carlos Haya y el Breguet XIX


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