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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 317

nacional Defensa ha puesto en marcha una serie de medidas para paliar la escasez de médicos en las Fuerzas Armadas Revista Española de Defensa 31 Uno de sus tutores es el comandante médico Antonio del Real Colomo. «Da gusto trabajar con ellos. Están muy cualificados. Son lo mejor de las Facultades de Medicina y, desde el punto de vista militar están muy motivados», afirma. El comandante no escatima elogios cuando habla de los estudiantes del CUD. «Siempre están dispuestos a aprender y, como viven en la Academia, el contacto es permanente. Son como nuestros hijos mimados». Ha sido profesor de las tres promociones que han pasado por el Centro. »Los de la primera tienen muy asumido que van abriendo brecha algo que, en terminología militar, significa que son los más valientes, los más arrojados, los que van en vanguardia sin saber lo que hay al otro lado». Este modelo de enseñanza puesto en marcha hace tres años, sin embargo no soluciona a corto plazo la escasez de médicos militares que tienen las Fuerzas Armadas, en opinión del inspector general de Sanidad. «Los que entran en el CUD tienen por delante seis años de carrera, su paso por las unidades y la especialidad, así que hasta dentro de mucho tiempo no los tendremos operativos», afirma. Existe otro camino para convertirse en médico militar que es ingresar en las Fuerzas Armadas con titulación previa y pasar un año de formación en las Academias Militares y en la Escuela Militar de Sanidad. Así ingresó el alférez alumno médico Sergio Rodríguez Ruiz. «Lo mío es vocacional. Ni siquiera me presenté al MIR. Si en mi época hubiera tenido la posibilidad de ingresar en el CUD lo hubiera hecho sin duda». Ahora se está formando en la Escuela Militar de Sanidad y cuando finalice será destinado a una unidad militar durante dos años. «Entonces comenzaré la especialidad. Haré medicina subacuática e hiperbárica». Según explica el general Coca, estos médicos tampoco son la solución inmediata al déficit de plantilla que tienen las Fuerzas Armadas ya que cuando llegan tienen que pasar el periodo de formación militar, estar en las unidades y hacer la especialidad. «Vamos a intentar que ingresen médicos con la especialidad terminada —explica— y hemos diseñado una carrera profesional adecuada a ellos». Entre las mejoras previstas está la posibilidad de que el tiempo que pasen en la Escuela Militar de Sanidad sea más práctico, que trabajen más en el Hospital Gómez Ulla para que no pierdan sus habilidades. Durante su estancia en las unidades también irán al hospital con cierta frecuencia. «Sería fantástico si además pudiéramos acortar su tiempo de permanencia como tenientes, de manera que puedan adquirir pronto el empleo de capitán. Eso supondría una situación laboral mejor y una ligera mejoría en sus retribuciones», añade el general. PREPARADOS PARA MISIONES La Sanidad Militar se encuentra en estos momentos en proceso de cambio. «Ha ido adaptándose desde su antigua misión, fundamentalmente asistencial, a una sanidad eminentemente operativa», explica el inspector general de Sanidad de la Defensa. Por eso, señala, todos sus componentes tienen que estar preparados para actuar en operaciones militares «con unos criterios de excelencia», para apoyar a nuestras unidades cuando no están desplegadas y para hacer «una labor pericial adecuada». Estos son los criterios que guían la formación de los sanitarios militares. El Ministerio de Defensa quiere contar con los mejores profesionales en las especialidades que son necesarias para los despliegues fuera de territorio nacional. Aquellas que precisan los hospitales de campaña, desde el más simple (Role-1) hasta el mejor dotado (Role-3) con especialidades más complejas como maxilofacial, cirugía vascular, torácica, plástica reparadora, incluso obstetricia y ginecología. También en aquellas que son necesarias para la actividad pericial, propia de la actuación médico-forense, entre ellas, rehabilitación, cardiología o psiquiatría. Además, en el Gómez Ulla se está preparando una unidad NBQR para atender infecciones complejas de alta contagiosidad y actuar en un eventual accidente con contaminación nuclear, biológica, radiológica o química. Para cumplir con su misión, los sanitarios militares necesitan, además de una buena formación, un continuo adiestramiento que consiguen ejerciendo su profesión en hospitales y en las distintas unidades de los Ejércitos. También colaborando con la sanidad civil. «Si hacemos una sanidad de excelencia, apoyando a la Mayo 2015 Alumnos de primer curso, durante una clase de Biología en las aulas del Centro Universitario de la Defensa ubicado en la Escuela Central de la Defensa.


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