Page 59

REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 317

cultura «Once barcos que son once puertas para querer saber más sobre la mar y los marinos, y admirarlos», Pérez-Reverte pos de la navegación hasta nuestros días, apuntan los organizadores. Tanto es así que la exposición recoge hasta el reciente naufragio del crucero de vacaciones Costa Concordia y el papel de las Fuerzas Armadas españolas, y en especial de la Armada, en operaciones internacionales, como Atalanta, en el océano Índico y contra la piratería. El discurso expositivo de estos Barcos de leyenda es cronológico. Comienza con la Argos del griego Jasón, presente en la exposición mediante un modelo cedido por el Museo Histórico Militar de Venecia (Italia). La única pieza extranjera de las presentes en el montaje, que cuenta con fondos propios de la Armada, pero también de varias colecciones públicas y privadas. LA PENTECÓNTERA DE JASÓN Por los escritos, entre otros, del ya citado Apolonio de Rodas, la nave griega era una pentecóntera, nombre que recibía por contar con 50 remos, 25 por línea. Y, según cuenta el mito, fue construida por el carpintero Argos de Tesalia con la ayuda de Atenea, diosa de la guerra entre otras ocupaciones y una de las principales deidades del Olimpo. Su misión fue llevar al citado Jasón y a sus argonautas en pos del vellocino de oro hace 3.000 años. Más allá de esta aventura legendaria, las pentecónteras sirvieron en la Antigüedad para fines comerciales y bélicos, y el mar Mediterráneo no tenía secretos para ellas. Cascos de guerra, vasijas y otros objetos ayudan al visitante a aproximarse a aquellos lejanos tiempos. Épocas que han llegado hasta nuestros días en forma de mito, leyendas Magallanes, Elcano o Colón son sólo tres de los muchos marinos que contribuyeron a cimentar y mantener durante siglos la hegemonía naval de la corona hispana. Su quehacer cambió el rostro de un mundo cuyas fronteras terminaban a orillas del Atlántico. Con la nao Victoria, los organizadores nuevo salto en el tiempo, aunque esta vez mucho menor. El nuevo escenario que espera a los visitantes tiene que ver con el Miniaturas, como la de este médico militar, recuerdan al visitante la instrucción científica de los marinos del XIX. con base en hechos reales. Entre estos últimos, la exposición cita el periplo de Hannon, realizado por los cartagineses más allá del estrecho de Gibraltar; la circunnavegación fenicia de África y las rutas comerciales de la Europa Atlántica. Tales relatos aportan importante información sobre su contexto, como, sin duda lo hace la siguiente protagonista: la nao Victoria, partícipe en otra circunnavegación sin par varios siglos después. Aquí, la muestra salta a la época de los descubrimientos y el poco conocido dominio hispano de mares y océanos. De la mano de la Victoria, en la que Juan Sebastián Elcano culminó la expedición iniciada bajo el liderazgo de Fernando de Magallanes, la exposición resalta la primera vuelta al mundo (1519- 1522), hito mundial de la navegación. La épica aventura —y costosa empresa en la que se dejaron la vida 219 hombres— abre la puerta a los «mares nunca navegados» —indica el subtítulo de su espacio— y a hazañas pioneras como el descubrimiento de América, representado a través de un cuadro del almirante de la mar océana Cristóbal Colón. Su retrato está junto a una pintura de Elcano. destacan esa labor antes de hacer un ya mencionado Don Juan de Austria y con un soldado que terminó por ser un escritor de fama inmortal y transfronteriza: el creador del no menos conocido Don Quijote: Miguel de Cervantes Saavedra. Aquí comparten protagonismo dos naves. Una es la galera Marquesa, en la que luchó Cervantes a las órdenes de Don Juan de Austria en Lepanto (1571), en aguas del Mediterráneo. La otra es la galera Real, nave capitana —comandada por el hermanastro de Felipe II— y modelo expuesto en la exposición. De la Marquesa no se conserva ninguna representación, comentaron los organizadores. HISTORIAS DE PIRATAS La ficción se cuela en la muestra de la mano de la Hispaniola y sus piratas, que en su caso surcaban las aguas del Caribe, pero que existen desde tiempos inmemoriales en cualquier mar del planeta, como en la actualidad en el Índico. La piratería fue siempre una actividad tan ilícita, como extendida y lucrativa. En muchos casos, incluso, fue alentada por reinos como el británico, que dio respaldo y notoriedad a Francis Drake, entre otros. La ciencia con mayúsculas, esa tradición ilustrada de los marinos españoles, es la gran puerta que abre el San Juan Nepomuceno. Este navío de 74 cañones tiene, además, un historial de guerra que traslada al visitante a la Guerra de la Independencia de Estados Unidos, ya que estuvo en la toma Mayo 2015 Revista Española de Defensa 59


REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 317
To see the actual publication please follow the link above