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REVISTA GENERAL DE MARINA AGO SEP 2015

CENTENARIO DE LA CREACIóN DEL ARMA SUBMARINA publicaría el Diario Oficial núm. 5 correspondiente al día siguiente, según la cual se construirían «tres destroyers de unas 350 toneladas, a 6.000 pesetas la tonelada, con armamento completo, ó tres sumergibles o submarinos de 300 toneladas a 7.000 pesetas la tonelada con armamento completo y garantía de constructor especial de esta clase de buques, total, 6.300.000 pesetas». si bien los tres destructores (4) serían realidad pocos años más tarde, los submarinos quedaron a la espera de una segunda oportunidad, que habría de llegar cuatro años después, en 1912, cuando el presidente del Gobierno, José canalejas Méndez, estableció un proyecto de nuevas construcciones para la Armada que contemplaba dos docenas largas de buques, a saber: — Tres nuevos acorazados de 21.000 toneladas. — Tres destructores de 1.000 toneladas. — seis sumergibles de 400 toneladas (en superficie). — Nueve torpederos de 250 toneladas. — cuatro cañoneros de 1.500 toneladas. Pero este proyecto, que pretendía que la Armada volviese a tener un determinado peso específico en el contexto mundial, se truncaría con el fallecimiento en atentado de canalejas el 12 de diciembre de ese mismo año 1912, no siendo finalmente propuesto para su aprobación, y aunque Romanones, su sucesor, quiso que siguiera adelante, finalmente no vería tampoco la luz por lo fugaz que resultaría su gobierno. El siguiente intento por hacer que España tuviera submarinos tendría lugar al año siguiente, 1913, cuando un nuevo ministro de Marina, Amalio Gimeno, proyectó que se construyeran dos más de los originalmente previstos, elevando hasta ocho el número de unidades, cuyas características serían las mismas ya contempladas, es decir, de 400 toneladas de desplazamiento en superficie. Pero de nuevo la caída del Gobierno hizo que este proyecto tampoco saliese adelante. cronológicamente el siguiente intento tendría lugar en 1914, cuando el almirante Augusto Miranda y Godoy diseña un programa de nuevas construcciones que venía a ser una continuación del de Maura de 1908 y que debatiría el consejo de Ministros de abril de ese año 1914, siendo incluso aprobado en primera instancia por s. M. el rey Alfonso XIII, que mediante la estampación años —que van desde la caída del Gobierno de sagasta, en marzo de 1899, hasta febrero de 1907, en que llega a la presidencia del Gobierno Antonio Maura— la friolera de una docena de gobiernos, haciendo inviable la ejecución de cualquier proyecto por lo efímero de los plazos de tiempo que ocuparon los correspondientes ministros de Marina. (4) se trata de los Bustamante, villaamil y Cadarso (este último pensado en llamarse primeramente Requesens), salidos todos ellos de las gradas de la sociedad Española de construcción Naval, factoría de cartagena. 2015 233


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