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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 318

La misión naval, denominada Eunavformed, tendrá como objetivo desmantelar el tráfico con seres humanos bores de inteligencia. También se pretende implicar a países fronterizos de Libia, como Túnez y Egipto. La segunda fase contempla la captura, abordaje y desvío en alta mar «de las embarcaciones sospechosas de ser utilizadas para el tráfico de personas y el contrabando» de acuerdo con las pautas que marca el Derecho Internacional marítimo. Es decir, se podrá realizar cuando la detección se produzca en aguas jurisdiccionales internacionales, pero si el buque está en aguas libias sería necesario el consentimiento expreso del ejecutivo de ese país. En este momento, el país norteafricano tiene dos sedes gubernamentales, una en Trípoli y la otra en Tobruk, aunque las Naciones Unidas y la comunidad internacional solo reconocen la legalidad del Gobierno de Abdulá al Thini (el instalado en Tobruk). Desde hace meses la ONU mantiene una misión negociadora —encabezada por el diplomático español Bernardino León— cuyo objetivo es alcanzar un acuerdo político que facilite un gobierno de conciliación que ponga fin a la guerra civil y permita poner coto al avance yihadista. En unas recientes declaraciones, León apostó porque la UE «se movilice utilizando sus instrumentos de seguridad», e insistió en la necesidad de combinar las medidas militares con las políticas para avanzar en las construcción de un Estado de unidad nacional.«Si no lo hacemos en paralelo no habrá una solución para el problema de la inmigración». RESPALDO DE LA ONU La tercera fase contempla «tomar todas las medidas necesarias contra los barcos y activos relacionados» incluidas las opciones de deshacerse de ellos o hacerlos inoperativos mientras se encuentras anclados en territorio libio. Unas acciones para las que sería necesaria la aprobación de una Resolución de las Naciones Unidas autorizándolas. Tras las reticencias iniciales de Rusia, el texto aprobado por los titulares de Exteriores y Defensa elimina el término destrucción y tampoco lo incluye la propuesta de Resolución presentada por la UE ante las Naciones Unidas. «Hemos acordado —explicó Federica Mogherini— la búsqueda y la captura de los barcos porque lo importante no es tanto la destrucción como que se puedan inutilizar». La Alta Representante de la Política Exterior Común aseguró que Eunavformed no prevé el despliegue de militares en suelo libio y que la eliminación en tierra de aquellas instalaciones que sirven a las mafias o desde las que «zarpan los barcos» se haría desde el aire o desde el mar, tal y como ya se ha hecho durante la misión de la Unión Europea Atalanta contra las instalaciones de piratas en Somalia. El secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Harlem Decir, explicó que «se puede poner un buque fuera de uso neutralizando, por ejemplo, los motores» y matizó que, precisamente, será la Resolución de la ONU la que «defina con exactitud las condiciones de cómo y cuándo se puede hacer». Rosa Ruiz El titular de Defensa, Morenés, con su homólogo portugués, Aguiar-Branco, durante la reunión de ministros. Junio 2015 Revista Española de Defensa 51 Guiseppe Lami/EFE MDE En los cinco primeros meses de 2015 han sido interceptados en el Mediterráneo más de 70.000 inmigrantes ilegales y han muerto algo más de 2.000.


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