Más de la mitad de la población del planeta vive ya en ciudades; una cantidad creciente de la riqueza mundial se genera en las mismas… la humanidad es cada vez más urbana, y el proceso urbanizador crece de manera vertiginosa y por todos los continentes.
Las ciudades siempre han sido elementos y actores clave en la conformación de las sociedades y del propio devenir de la humanidad; pero, en la actualidad, y cada vez en un mayor grado, por su conformación como nodos claves en un mundo global hiperconectado y su dinámica de crecimiento, pasan a erigirse como actores críticos, como elementos esenciales cuya seguridad, resiliencia y estabilidad, en sentido amplio, condicionarán la vida de la mayor parte de la humanidad y la del propio planeta.
Que las ciudades sean entornos seguros y estables, que puedan hacer frente con éxito a los retos, desafíos y amenazas requiere, en primera instancia, de un conocimiento de dichos riesgos y problemas, así como de la posibilidad, mediante la planificación y el desarrollo de las estrategias adecuadas, de afrontarlos.
Y eso constituye, precisamente, la línea argumental de esta obra.