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MEMORIAL DE INFANTERIA 75

MISCELÁNEA Concebida sin Mancha, siendo Bobadilla el primer cofrade y figurando en esta Cofradía todos los alistados en los Tercios de Flandes e Italia. EL DOGMA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN Cabe destacar que la devoción a la Inmaculada Concepción nació en Cataluña en la España del siglo XIII gracias a su promotor el gran padre de las letras catalanas, el beato franciscano Ramón Llull desde el ámbito eclesiástico y el rey Jaime II desde el ámbito civil ordenando la celebración de su fiesta en los Reinos de la Corona catalanoaragonesa y que impulsaron su extensión a los demás Reinos, ya que por esas fechas, en 1310, el arzobispo de Compostela, Rodrigo de Padrón, estaba intentando difundir la fiesta como preceptiva en toda España, devoción hispánica, que en Cataluña, Aragón y Valencia, si cabe, más intensa. Siendo los catalanes y aragoneses los que consiguen que el Concilio de Basilea en 1431 establezca la Inmaculada como fiesta universal. A lo largo del tiempo, la devoción a la Inmaculada fue alcanzando tal grado de extensión e intensidad entre los españoles de toda condición que a Ella consagró España el rey Carlos III en 1761 y la tomó por patrona y protectora, creando en su honor la Real y Distinguida Orden de Carlos III. Por aquella dedicatoria de Carlos III, el 8 de diciembre sigue siendo actualmente una de las Fiestas Nacionales de España. María Inmaculada fue proclamada patrona de España por el papa Clemente XIII, mediante la bula Quantum Ornamenti, de fecha 25 de diciembre de 1760. Se lo había solicitado el rey Carlos III, como otros Reyes españoles habían hecho antes repetidamente atendiendo a la devoción popular. El dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María sería proclamado un siglo después, el 7 de diciembre de 1854, por el papa Pío IX mediante la bula Ineffabilis Deus. Con el tiempo, y como consecuencia de la extensión que la devoción de los españoles tuvo en el resto de la catolicidad, entre otros factores doctrinales, el papa Pío IX proclamó el 8 de diciembre de 1854 el dogma de la Inmaculada Concepción de María mediante la bula Ineffabilis Deus. Y en reconocimiento a la Iglesia española por su importancia en la proclamación de este dogma, en 1864 la Santa Sede otorgó a los sacerdotes españoles el privilegio de vestir una casulla azul en su fiesta. Durante más de 300 años, sería la patrona de diferentes Unidades, algunas por tradición y otras por elección, 118 Real Orden de proclama como “Patrona única de la Infantería” hasta que en 1868, se regularizó «la loable e importante práctica de que todos los Cuerpos del Arma… tengan sus santos patronos»2, haciéndose una relación de las Unidades de Infantería de la época y sus respectivos santos patronos. Y por fin llegamos a 1892, cuando la reina regente doña María Cristina declaró mediante real orden se proclama como «patrona única de la Infantería»3. Así se mantuvo hasta que, proclamada la II República el ministro de la Guerra, Manuel Azaña, emitió una circular4 en la que: «Con objeto de evitar la variedad de fechas en la celebración de las fiestas correspondientes a los santos patronos… serán sustituidas por una única y común», la fecha elegida fue la del 7 de octubre, en conmemoración de la batalla de Lepanto, día de la Virgen del Rosario, instaurándose el «día del Ejército», aboliendo este patronazgo de la Virgen Inmaculada, pero fue anulada tal disposición por una orden comunicada dada por el Caudillo, generalísimo Franco, con fecha 14 de noviembre de 1938 (Boletín Oficial número 139), 2 *Memorial de Infantería Núm. 14, 1868. *Revista Nuevo Mundo Núm. 1.143, 1915. A modo de curiosidad, 9 tenían por patrona a la Inmaculada y 3 a la Virgen del Rosario; el resto otras advocaciones. 3 Diario Oficial Núm. 248, 13 de noviembre de 1892. 4 Diario Oficial Núm. 105, 13 de mayo de 1931.


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