100 La filosofía política es pensamiento para la acción. Es, como la estrategia en palabras del general Alonso Baquer, «el decir de un hacer». La necesidad del pensamiento, la coherencia de las ideas, la estructura del razonamiento, el marco referencial que nos permita seguir el virtuoso ciclo de la decisión: observar, orientarse, decidir y actuar, en un mundo sin control, a merced, como el clima, de los fenómenos extremos. Habermas, uno de los más influyentes filósofos de la actualidad11, en su Teoría de la Acción Comunicativa (1981), coloca la narrativa, el lenguaje, la comunicación, en el centro de la política, proponiendo una comprensión de la racionalidad humana por medio de encuentros deliberativos, sin coerción, que permitan la corrección mutua y el ajuste. Su aceptabilidad depende de la verdad-condicional y la inteligibilidad de la interacción, «decir algo a alguien sobre algo»12, y reclama su validez tácita: «La asunción de que la comunicación es sincera (no engañosa), es socialmente apropiada o correcta, y es factualmente cierta (o de forma más amplia: representa los hechos adecuadamente). Por el contrario, la comunicación puede ser criticada por no presentar uno o más de estos valores. Así, una comunicación completamente correcta debe relacionar estos tres mundos, debe satisfacer las necesidades representadas por las tres validaciones básicas (sinceridad, exactitud, y veracidad) para que sea aceptable»13. Pues bien, si consideramos a Habermas como el principal representante actual de la Teoría Crítica y, la Comunicación y el Lenguaje, como los elementos fundamentales de la moderna filosofía política, no dejaría de ser especialmente relevante el diálogo de Confucio con uno de sus alumnos en las Analectas: «13.3. Zilu preguntó: «si el soberano de Wei le confiara el gobierno del país, ¿cuál sería su primera iniciativa?» El Maestro respondió: «Sin duda sería asegurarme que la comunicación fuese ¡sincera, exacta y veráz!» Zilu volvió a preguntar: «¿Haría eso lo primero? ¿No es poco práctico? ¿A quién le preocupa la corrección en la comunicación ?» El Maestro respondió: «¡Cómo puedes ser tan zafio! El buen ciudadano busca guía en aquellos asuntos que no comprende. Si las palabras no son usadas correctamente, la comunicación es ambigua. Cuando el lenguaje es ambiguo, los asuntos no se resuelven. Cuando los 11 El 11 de agosto de 2015, la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos le concedió, ex aequo con Charles Taylor, el prestigioso premio Kluge con una dotación de 1,5 millones de dólares. 12 HABERMAS, Jürgen. Stanford Encyclopedia of Philosophy., 4 de agosto de 2014, p. 10. Traducción del autor. 13 Ibidem. Pp. 10, 11. Traducción del autor. bie3 ŽŶĨƵĐŝŽLJĞůŵƵŶĚŽƋƵĞǀŝĞŶĞ /ŐŶĂĐŝŽ:͘'ĂƌĐşĂ^ĄŶĐŚĞnj ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞŶĄůŝƐŝƐ ϮϰͬϮϬϭϳ ϵ
BOLETIN IEEE 6
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