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211 podemos afirmar que quien tiene el coup de d’oeil pero no la determinación (los franceses le llaman courage ‘desprit) es un proyecto de líder o un «líder esterilizado»9. Y es que la determinación, el coraje, el valor, la tenacidad, son imprescindibles para que todo lo anterior sirva de algo, sino queda solo en vanas palabras, en manifiestos y deberes para con otros. Nuevamente, un líder estratégico no es solo un elucubrador o un profeta. El valor hace posible hacer lo correcto, lo decido, aunque las circunstancias no estimulen a ello o lo dificulten. Decisión y riesgo se encuentran interrelacionados. La determinación augura un esfuerzo prolongado en el tiempo, una voluntad sostenida, haciendo posibles empresas de gran calado y proyección. Además, el líder debe ser capaz de transmitir su decisión, estimulando al conjunto en la dirección marcada, transfiriendo un entusiasmo que reduzca el temor a las dificultades que sin duda van a presentársele a lo largo del camino. Esto es, debe ser capaz de hacer llegar la fe de los profetas y, al mismo tiempo, de delegar como forma de mejorar los resultados y mostrar confianza en las capacidades de los subordinados, ayudándoles así a asumir sus propios retos, fomentando su compromiso con la causa y permitiendo su realización personal mediante la ejecución de sus cometidos. La gestión de las emociones en este contexto se muestra capital, un elemento central para la eficacia del líder, idea que enlaza con lo que se ha venido a llamar «inteligencia emocional» que algunos autores identifican con la capacidad para gestionar las emociones y sentimientos tanto propios como de otros con el propósito de guiar el pensamiento propio y los actos. Ello implica, por un lado, el conocimiento de las emociones propias y su gestión y, por otro, el reconocimiento de las emociones en otros y su manejo en beneficio de la relación10. El líder estratégico es, en cierto modo y a alto nivel, un sintonizador de almas. En este marco precisamente se sitúa la moral del grupo que, además, se relaciona con el esprit de corps. Este se define como «la capacidad de un grupo para unirse de 9 GARCÍA COVARRUBIAS, Jaime. «Liderazgo estratégico en Defensa». http://cespe.espe.edu.ec/liderazgo-estrategico-en-Defensa-jaime-garcia-covarrubias/. 10 CARUSSO, David R.; WOLFE, Charles J. «Emotional Intelligence and Leadership development» en DAY, David V.; ZACCARO, Stephen j; HALPIN, Stanley M. (eds.). Leader development for transforming organizations: growing leaders for tomorrow. Lawrence Erlbaum Associates Inc., Publishers, Nueva York, 2004, pp. 241 y ss. bie3 ZĞĨůĞdžŝŽŶĞƐƐŽďƌĞůŝĚĞƌĂnjŐŽĞƐƚƌĂƚĠŐŝĐŽŵŝůŝƚĂƌĚĞůƐŝŐůŽyy/͘ƐƉĞĐƚŽƐĚĞů ůŝĚĞƌĂnjŐŽĞƐƚƌĂƚĠŐŝĐŽ͗ĐƵĂůŝĚĂĚĞƐ;/Ϳ &ĞĚĞƌŝĐŽnjŶĂƌ&ĞƌŶĄŶĚĞnjͲDŽŶƚĞƐŝŶŽƐ ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞŶĄůŝƐŝƐ ϮϵͬϮϬϭϳ ϭϮ


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