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400 legítimo y efectivo no era, inicialmente, un objetivo, sino un medio para conseguir ese fin último. Sin embargo, a los ojos de muchos, el medio se convirtió en el fin. Así, como señala Strachan, para muchos aliados de EE.UU. el objeto de la intervención no era extirpar el terrorismo, sino estabilizar AfganistánϮϯ. Las valoraciones que puedan hacerse sobre el mayor o menor éxito de la intervención internacional en Afganistán dependen en gran medida de cuáles fueran las expectativas. Para quienes buscaban un Afganistán libre de Al Qaida la valoración puede ser mucho más positiva que para quienes pretendieran que la situación final fuera un Afganistán democrático y estableϮϰ. 2. Por la dificultad de identificar las actuaciones que, según los casos, han conducido al éxito o al fracaso. Incluso en aquellos casos en que se ha podido detectar mejoras significativas en uno o varios campos, ha resultado difícil identificar los aspectos de la actuación propia que estaban propiciando el cambio positivo. Lo mismo puede decirse de los fracasos. Identificadas las zonas en las que el fracaso de las estrategias propias es más evidente, resulta difícil individualizar los aspectos de estas que impiden el éxito. 3. Por la imposibilidad de identificar los factores de cambio, sean positivos o negativos, lo que ha impedido tanto aplicar medidas correctoras a los aspectos conducentes al fracaso, como aprovechar los ejemplos positivos de las áreas de éxito. En operaciones complejas como la de Afganistán, uno de los problemas con que se han encontrado quienes han intentado aplicar el método de lecciones aprendidas ha sido la dificultad de encontrar indicadores de éxito que permitan valorar el mayor o menor acierto de las decisiones que se han ido adoptando. Desde que en 2006 en el Cuartel General de ISAF comenzó a aplicarse el modelo de operaciones basadas en efectos, se puso de manifiesto la dificultad de identificar indicadores de progreso fiables que permitieran valorar el mayor o menor acierto de las decisiones adoptadas. Esta dificultad, a juicio de muchos, invalidaba por sí misma un procedimiento basado en la identificación de objetivos claros y de indicadores objetivos cuantificables que 23 STRACHAN. Op. cit., p. 40. 24 En términos más generales, podríamos plantearnos qué significa «victoria». La «impredecibilidad» de las consecuencias derivadas de la actuación en sistemas adaptativos complejos hace que los resultados finales de una intervención militar, incluso en el caso de un final victorioso, tengan poco que ver con los planteados al inicio de la operación. Esta realidad hace difícil valorar el resultado final en términos de victoria o derrota. Podemos estar siendo testigos del final del concepto mismo de victoria. SOUTOU. Op. cit., pp. 47 y ss. bie3 >ĞĐĐŝŽŶĞƐĂƉƌĞŶĚŝĚĂƐĞŶĞƐĐĞŶĂƌŝŽƐĐŽŵƉůĞũŽƐ͎͗ĞƐƉŽƐŝďůĞĂƉƌĞŶĚĞƌĚĞůĂƐ ŽƉĞƌĂĐŝŽŶĞƐĚĞĞƐƚĂďŝůŝnjĂĐŝſŶ͍ :ĂǀŝĞƌZƵŝnjƌĠǀĂůŽ ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞKƉŝŶŝſŶ ϰϭͬϮϬϭϳ ϭϴ


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