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MEMORIAL ARTILLERIA 174-1

Mando de Artillería de Campaña 33 podría derribarlo. Por el contrario, el mo-delo español es capaz de entrar y salir de posición rápidamente asistido por su APU, pudiéndose desplazar autónoma-mente fuera de su última posición de tiro a otra zona de espera o a un punto don-de sería enganchada a su cabeza trac-tora. Con los alcances que se consiguen actualmente con la munición de 155 mm que he expresado anteriormente, los cambios de posición se deben realizar no tanto para asegurar la continuidad del apoyo sino para velar por la superviven-cia de la pieza artillera. En lo que respecta al cañón de 105 mm Light Gun, creo que es una pieza que asegura la posibilidad de contar con apoyo de fuego artillero en aquellos esce-narios donde el despliegue haga impera-tivo el uso de piezas de bajo peso. Dotada de munición asistida tipo “Base Bleed” es capaz de asegurar apoyos en profun-didad. Su arco de elevación permite tam-bién su empleo como obús, con tiros por el segundo sector. Personalmente creo que si este sistema fuera montado sobre vehículo (para lo que existen en el mer-cado desarrollos que permiten absorber su retroceso y montarlo sobre cualquier vehículo ligero), representaría una op-ción mucho más ventajosa que el empleo de morteros embarcados, pues a las po-sibilidades de éstos aunaría el alcance de un cañón. Creo, como resumen, que en el aspecto de plataformas de lanzamiento, nuestro Ejército está bien dotado, con la excep-ción de material cohete. Cuando éste se adquiera, el siguiente paso debiera ser la sustitución del M-109, manteniendo en uso el SIAC y el Light Gun. Otro pilar fundamental del funcionamiento de la Artillería es el referido a los medios de mando y control. Las condiciones son claras. Las unidades de Artillería precisan para su empleo de un sistema de mando y control que permita la dirección técnica y táctica de sus fuegos. Este


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