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MEMORIAL DE CABALLERIA 73

Historia Varios Noticias del Arma Orgánica y Materiales Empleo Táctico y Operaciones 112 HISTORIA En 1579 se crearon, en cada compañía de hombres de armas, doce ar-cabuceros montados. Su misión era cargar a los flancos de las unidades enemigas en el caso de que los herreruelos no hubieran podido desorgani-zar a la formación adversaria. Para ello se disponían en tres o cuatro líneas al frente y flanco de los escuadrones. Usaban botas de cuero con espuelas, hungarina y celada borgoñota. Durante el reinado de Felipe III la Caballería tenía en la Península los siguientes institutos: hombres de armas, caballos ligeros, herreruelos y arcabuceros. Solían iniciar la batalla la Infantería, la Caballería ligera (herreruelos) y el fuego de los cañones. A continuación los arcabuceros a caballo preparaban el ataque de la Caballería de línea (hombres de armas, caballos ligeros o caballos coraza). Pero, por extraño que parezca, era más importante mantener la operatividad de los ejércitos que ganar las bata-llas. Se evitaba la lucha en campo abierto y se procuró desarrollar el arte de acampar y sitiar. Felipe IV reorganizó la Caballería en 1632; suprimió el caballo de dobladura de los hombres de armas y el lanzón, así como la lanza gineta de los caballos ligeros, sustituidas por dos tercerolas para los primeros y una para los segundos. Prácticamente quedaron todos convertidos en ca-ballos coraza con más o menos protecciones. Además dotó a los arcabuce-ros de carabinas, por lo que recibieron el nombre de carabineros. En el exterior era casi toda mercenaria y estaba formada por caballos coraza de procedencia alemana, así como por jinetes polacos y croatas. Su falta de articulación fue unas de las causas de las derrotas de Rocroi (1643) y Las Dunas (1658). La primera unidad de dragones propiamente dicha se organizó en Inspruck en 1635, dado el buen resultado de las unidades de esta Arma mixta organizada por Gustavo Adolfo de Suecia en 1630 para su alternativa, según conviniese, con las unidades de Infantería y Caballería. Era una coronelía de 800 plazas. Tres años después se organizaron tres nuevas compañías en Vitoria y, en 1640, se creó una agrupación semejante a la anterior en Milán. Llevaban un mazo y un piquete para sujetar al caballo en el combate a pie, y debían estar adiestrados para el ataque y defen-sa de trincheras y de puntos de paso obligado y para establecer puestos avanzados. En principio, eran más bien una Infantería montada que una Caballería que supiera combatir a pie. Con todo, los dragones del Ejér-cito español no fueron dotados de arcabuces hasta 1674, año en el que desecharon sus viejas carabinas que habían heredado de los arcabuceros. Algunos autores consideran como antecedentes de los dragones a los ar-cabuceros empleados por el cardenal Cisneros en la conquistan de Orán (1509); otros consideran al duque de Alba como su creador; hay quien sostiene que Gustavo Adolfo creó los dragones inspirándose en las actua-ciones de unas unidades holandeses (hugonotes) de arcabuceros a caballo y, finalmente, otros autores atribuyen su creación al mariscal Brissac en el Ejército francés del Piamonte (1588) o al general Walhausen. En cuanto al origen del nombre existen diversas teorías, algunas de ellas francamente descabelladas. Las más verosímiles son las que hacen derivar la palabra dragón de trager (traer en alemán) y de tarja en español y targe en francés (o también daraga o draga), que era un escudo de pequeñas dimensiones que los hombres de armas llevaban atado en el brazo izquierdo, con una escotadura en el lado derecho para el paso de la lanza. Por extensión, debió darse este nombre al peto de ante o cuero de los primeros dragones, que también tenía una abertura para apoyar la culata del arcabuz. Caballería de línea. (Acade-mia de la Historia). Lancero y Dragones. (Aca-demia de la Historia).


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