LA DERROTA DEL CONDE DE ALCAUDETE EN MOSTAGANEM (1558) 193 Los españoles divisaron las tropas argelinas que aparecieron por un cerro con gran número de estandartes y banderas, formadas por más de diez mil escopeteros y gran número de alárabes90. Venían cansadas del viaje “con harto miedo”, y dispararon las piezas de artillería más pequeñas, si bien “ningun tyro les hyzo daño”, excepción hecha de una bala que alcanzó a un grupo de soldados y los dispersó91. Para evitar males mayores, el enemigo buscó refugio en un cerro, quedando las tropas del conde entre ellos y los sitiados. El documento de El Escorial apunta de pasada una anécdota que explica la decisión de Hasán Bajá de ayudar a Mostaganem, no recogida por otros autores. Revela que un soldado español se pasó al bando enemigo cuando fue azotado por el robo de una vaca que mató y compartió con sus compañeros. Y así, rechazado por todos, vagó “como onbre desperado” hasta que terminó por desertar. Durante su huida, se topó con el señor de Argel, a quien informó del estado del ejército del conde y de otras cuestiones de interés en cualquier guerra, sobre todo de lo mal alimentados que estaban sus hombres, “que no comian syno caracoles, yerbas, y que venian descalcos”92. Tras esta traición que destaca como especialmente execrable, nuestro autor recupera la descripción de los hechos ocurridos. Y señala que Martín de Córdoba realizó una salida con 2.000 soldados de infantería –cantidad incrementada hasta el doble en otras fuentes– y toda la caballería disponible para reconocer el campamento enemigo. Ante la fuerte resistencia que encontró, se vio obligado a regresar e informó a su padre de lo sucedido, si bien el conde ya estaba enterado por un confidente. A través de él, supo la cantidad de fuerzas congregadas, que estimaba en “tres mill tyradores dentro de Mostaganem, y el rey de Argel trae dyez mill tyradores, y las galeras pueden echar mill y esperase que verna mayana el rey de Tremecen con otros mill tyradores, y grande numero de alaraves”93. Algún cronista eleva aún más este número hasta los 16.000 en total, de los cuales 6.000 serían jinetes e infantes94. Por su parte, Suárez indica que el señor de Argel contó con todas las embarcaciones disponibles y con las tropas del alcaide de Tremecén, y que este formidable ejército llegó al mismo tiempo a Mostaganem, dos días después de que lo hubiesen hecho los españoles95. 90 Habitualmente, este término, en las campañas norteafricanas, designa a la caballería ligera armada con lanzas a la morisca, que tenían una gran movilidad. LABORDA BARCELÓ, Juan: op. cit., p. 75. 91 BME, op. cit., f. 326r. 92 Ibídem. 93 Ibídem. 94 HAEDO, Diego de: op. cit., f. 73v. 95 SUÁREZ, Diego de: op. cit., f. 95r. Revista de Historia Militar, 119 (2016), pp. 193-216. ISSN: 0482-5748
REVISTA HISTORIA MILITAR 119
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