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REVISTA HISTORIA MILITAR 119

46 ALBERTO BRU SÁNCHEZ-FORTÚN sulares y africanas, levantando ampollas de difícil cura en alguna de estas últimas68. Por ello, a primeros de junio, una comisión de jefes y oficiales del ejército de África viajó a Madrid para entrevistarse con el ministro de la Guerra y, sobre todo, con la Comisión Informativa de Infantería para intentar la revocación de lo que ya era “la opinión del Arma” y evitar así la obligación a renunciar a las futuras promociones por méritos de campaña que pudieran darse. De paso, parece que intentaron mejorar posiciones en la corte, entrevistándose con un viejo senador, teniente general de empleo ─seguramente el exministro Luque─, para que diera estado parlamentario a la defensa de sus intereses corporativos69. Pero de nada sirvieron el viaje y las gestiones de los comisionados. La oferta de las Juntas se reducía a pagar con más largueza la estancia en África70. Los ascensos eran imposibles. De modo que la división de la Infantería en dos campos opuestos fue ya un hecho incuestionable. Sin embargo, tras la tragedia de Annual, los africanistas terminaron imponiéndose porque la abrumadora tarea de pacificar unas cabilas capaces de hundir una comandancia entera les hizo parecer imprescindibles a los ojos de sus conciudadanos. Los ascensos de guerra después de Annual Así pues, al poco de consumarse la catástrofe en la zona de Melilla, La Correspondencia Militar, presionada por el vuelco de la opinión públi- 68  Sobre las tensiones entre africanistas y junteros antes de Annual, ver MOLA VIDAL, Emilio: Obras completas. Valladolid: Editorial Santarén, 1940, pp. 1017-1018, que nos proporciona la noticia de que en mayo de 1921 un grupo de 300 jefes y oficiales de la zona de Tetuán, pertenecientes en su mayoría a Regulares y la Legión, firmaron un documento separándose de la Unión del Arma, como protesta de su acuerdo sobre la renuncia a los ascensos de guerra. Salió precipitadamente de Madrid una comisión de representantes de las Juntas que no consiguió pasar de Ceuta, dadas las pocas facilidades que encontró. El documento, finalmente, no llegó a su destino, y la baja de los firmantes no se produjo, pero las cuotas dejaron de satisfacerse. 69  Heraldo de Madrid (Madrid) de 8 de junio de 1921, p. 2. La Correspondencia Militar de 9 de junio de 1921, p. 1. Intenta negar la protesta, pero admite la existencia de la comisión africana. 70  Memorial de Infantería, año X, tomo XIX, n.º 113, junio 1921, pp. 389-395. “El estímulo como medio necesario en el adelantamiento profesional”, firmado por el comandante de Infantería Luis Vara. Para hacer más atractivos los destinos africanos plantea aumentos del 25% en el haber por cada periodo de ocho meses en posiciones, hasta un máximo del 150% del salario normal. Este comandante ya había publicado en el Memorial otro trabajo sobre el mismo tema en noviembre de 1919. Entonces todavía no descartaba la posibilidad del ascenso de guerra como estímulo. En junio de 1921 ni siquiera la menciona. Es un ejemplo de cómo las posiciones de los oficiales metropolitanos se estaban radicalizando con gran rapidez. Revista de Historia Militar, 119 (2016), pp. 46-66. ISSN: 0482-5748


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