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REVISTA GENERAL DE MARINA ENE FEB 2017

Pero los problemas no habían hecho más que empezar. El EA se sentía profundamente ofendido por el procedimiento empleado por la Armada para situar cuatro avionetas en Rota que no tenían autorización para volar, puesto que haciendo uso de sus competencias se les denegó la matrícula y el certificado de aeronavegabilidad. Esta situación se prolongó por espacio de doce años, en los que las avionetas, a las que solo estaba permitido rodar por las pistas de cemento, levantaron el vuelo únicamente cuando cierto piloto de la escuadrilla las llevaba al aire ante el jolgorio de los oficiales que observaban la maniobra desde el bar, por entender que durante el rodaje solía presentarse una cierta y pertinaz emergencia que así lo aconsejaba. En tales ocasiones, el vuelo de las avionetas proscritas era puntualmente informado a Sevilla, que aprendió a mantener la calma antes de alertar a Madrid, pues lo habitual era que la avioneta en cuestión tomase tierra inmediatamente, y las autoridades del Ministerio del Aire no querían bromas al respecto. A todo esto la Armada y su Flotilla de Aeronaves evolucionaban de manera imparable, y si en diciembre de 1967 llegaba a Rota el portahelicópteros Dédalo, el 23 de noviembre de 1976 aterrizaban en las pistas de la Base Naval los primeros aviones Harrier. Como sus hermanas mayores, los recién llegados aviones VSTOL tampoco estaban matriculados, pero su llegada había sido consentida por el EA, lo que certificaba la presencia en Rota del general jefe del Sector Aéreo, que se había desplazado desde Sevilla con motivo de tan señalado acontecimiento. Desde ese día los Harrier y sus pilotos comenzaron su adiestramiento, pero las pequeñas Piper seguían condenadas a oxidarse en sus hangares. Ocurrió el 9 de diciembre de 1976, hace ahora cuarenta años. Aquel día la Armada se vistió de gala para celebrar las primeras 100.000 horas de vuelo de la FLOAN, acontecimiento que presidió Su Majestad el Rey Juan Carlos, acompañado, entre otros, por el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez; el vicepresidente primero del Gobierno para Asuntos de la Defensa, general Gutiérrez Mellado, y el ministro de Marina, almirante Pita da Veiga. Tras una brillante ceremonia se presentaron en sociedad los Harrier, y durante la exhibición perti- TEMAS GENERALES 44 Enero-feb.


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