Page 115

RHM 121

114 PIERRE LIERNEUX que siempre prevalecía el espíritu de cuerpo y hacia 1650, el uniforme seguía siendo el privilegio de las guardias de las personalidades de alto rango, incluso en la Guardia, donde se distinguían las caballerías ligeras según las compañías de cada capitán, se les designaba por el color de los abrigos89. Esta situación empieza a cambiar en las dos últimas décadas del siglo XVII. Hasta entonces, la llegada de ropa desde España remediaba las carencias más urgentes en las unidades españolas que se encontraban en los Países Bajos. Se mandaban al pagador-general de los Ejércitos de Flandes, pero cantidades muy escasas. Los tercios valones, pagados por el Consejo de las Finanzas de los Países Bajos, se mandaban a menudo fuera de las fronteras y por eso fallaron durante la Guerra de Devolución (1667-1668). Su estado lamentable a partir de esas fechas, así como la desaparición efectiva de las bandes d’ordonnances (ocurrió en ese momento), ponen un límite a las investigadores en lo que se refiere a la presencia de las tropas en los Países Bajos. Habrá que esperar al año 1679, con la conclusión de la guerra de Holanda, para que vuelva la regularidad en las pagas. Al final del año 1681, una reforma de los sueldos reequilibró y simplificó el sistema de pago de las tropas que ya no se distinguían por su nacionalidad (alemana, valona, o española) 90. Se dio un paso más cuando la autoridad central, consciente de que los oficiales no conseguían vestir a sus hombres con las pagas destinadas a su propio equipamiento, intervino directamente en la indumentaria de los reclutas con el apoyo de ayudas extraordinarias. Esta costumbre holandesa se fue difundiendo en Europa desde mediados del siglo XVII91. Este fenómeno es más evidente a partir de 1679, aunque los importes que se entregaban variaban mucho entre una unidad y otra92. Esta iniciativa de Madrid se relaciona con la intención de homogeneizar poco a poco las tropas y recuerda a las políticas llevadas a cabo cinco años antes por el ministro francés. 89  MRA, Fonds Jordens, cuaderno 1. Consulta del 7 de noviembre 1650: la compañía de los caballos de don Antonio Furtado de Mandoca, de los guardias de S.A.S., llamada “azul abridos”. 90  AG R, Secrétairerie d’Etat et de Guerre, nº71, fº 138 vº-140 rº. 91  Cfr A. CORVISIER, Armées et societé en Europe de 1494 à 1789, Paris, 1976, p. 81. 92  AGR, Conseil des Finances, n°326 (17 de junio1688: Philippe Biscar, receptor de los territorios y finanzas en Hainaut: 60 florines para una compañía, Orden del duque de Villa Hermosa (ver 92).AGR, Conseil des Finances, n°326 (17 de junio 1er regimiento del Príncipe de Arenberg; 22 de agosto 1684: Philippe van Parijs, receptor del Brabante pago no precisado para un regimiento de infantería italiano de Fabio Bonamico; 28 de octubre 1684: el mismo receptor 858 florines a pagar al regimiento de dragón de Théodore de Valenzar. 27 de marzo 1688: Marcq Caserta, receptor en el Franc de Bruges 349 florines al regimiento de infantería española del conde de Grajal; 16 de diciembre 1688, Jean-Baptiste de la Faille, receptor de Flandes, 5.686 florines para el regimiento de caballería Haut allemand del conde d’Egmont; 21 de junio de 1698: el mismo receptor, 606 florines a la compañía de los coraceros de la guardia del gobernador. Revista de Historia Militar, 121 (2017), pp. 114-136. ISSN: 0482-5748


RHM 121
To see the actual publication please follow the link above