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128 PIERRE LIERNEUX El sistema tenía sus limitaciones, en 1702, en un memorándum que los inspectores enviaron al Consejo Privado comentaban que la organización del nuevo ejército había sido muy rápida. Se quejaban de que no podían conseguir del Consejo la copia de las capitulaciones de los nuevos regimientos para saber lo que se podía validar con el fondo. No sabían que cantidad de tela procedía de Francia. Subrayaban la necesidad de prever medios para paliar las eventuales deficiencias de la caja de un regimiento. Hablaban de la “masita”, pues habían notado que un número importante de batallones carecían de sombreros y de bombachos y que los regimientos equipados por París no habían recibido calzas y habían tenido que proveerse por su cuenta150. Se admitió en las altas esferas que existían dichas deficiencias: las “masitas” se utilizaban para vestir a los oficiales. A corto plazo se decidió utilizar la totalidad de la “masa” de 1703 para comprar las camisas y los zapatos necesarios en las tropas, pues los mercaderes se oponían a fabricar camisas y zapatos por adelantado151. Se llevaron a cabo arrestos y hubo controles contables muy extensos152. Se intentó solucionar la situación y se buscó más transparencia en las cuentas. Para las extracciones autorizadas, a fin de alimentar el fondo de “masa” y los gastos complementarios, se había establecido un techo de 52 libras por compañía, sin contar las retenciones sobre sueldos153. Los mayores se ocuparon ya solo del monto principal, dejando la administración de las “masitas” a los capitanes154. Las cuentas debían ser remitidas a los de la vestimenta, donde nos parecerá necesario” “que el mayor presentará cada tres meses los recibos del saldo de reemplazo que se paga al negociante por la vestimenta usada”). 150  AGR, Conseil Privé de Philippe V, l. 504/1 (“Mémorandum de los inspectores de la infantería  », 1702, sin foliar: puntos 6, 12, 13, 14 et 15). El punto 16 hacía notar que se imaginaba que los oficiales, como en Francia, estarían igualmente equipados de fusiles y de cinturones. Solo los regimientos en campana se vieron aplicar esa orden. 151  AGR Conseil Privé de Philippe V, l. 504/1 (“Mémorandum de varios inconvenientes que se observan en la infantería del Rey”, s.d.). 152  AGR, Secrétairerie d’Etat et de Guerre, reg. 2684 (Informes de Alexandre de Buy, mariscal de campo y del director general de caballería de Tourneau, del 7 de febrero 1703: el capitán van der Veecken, del regimiento del barón de Kerkem, había sido arrestado por no haber cambiado las espadas y las pistolas de su compañía. La encuesta prueba que estimó la necesidad de cambiar todos los forros de los abrigos. 153  AGR, Conseil Privé de Philippe V, l. 505, f°14 (Bruselas, 12 de enero 1703: el conde de Bergeyck y el príncipe de Serclaes propone un “pago sobre los gastos permitidos en los tercios y regimientos de infantería de cualquier nación” de la armada de Flandes: “S.E. prohíbe a todos los mayores de retener lo que sea por encima de dos libras por mes por compañía sobre la masa en la cual hay que hacer una retención completa o sea 50 libras por compañía para el pago de los trajes, el registro, bolsas y recibos …”. 154  AGR, Conseil Privé de Philippe V, n° 504/2, f° 14 (directiva del conde de Bergyck al príncipe de Serclaes, 12 de enero 1703: “Eeglamento sobre las expensas que se permitirán hacer en los tercios y regimientos de infantería de todas las naciones”: “Los dichos mayores entregarán a los capitanes la masita y rendirán cuentas cada tres meses para el mantenimiento de los zapa Revista de Historia Militar, 121 (2017), pp. 128-136. ISSN: 0482-5748


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