EL UNIFORME MILITAR EN LOS PAÍSES BAJOS ESPAÑOLES:… 129 inspectores para que ellos pudieran controlar el estado efectivo de las masas y que los vendedores tuvieran su pago y acceso a los billetes de “masa” que el mayor entregaba a los proveedores (recibidos de cara a terceros), en función de los plazos de pago estipulados en el contrato. Con la presentación de ese documento, podían quejarse al director del cuerpo si el oficial tardaba en realizar el pago. En Infantería, la severidad del marqués de Leda era conocida155. Revista de Historia Militar, 121 (2017), pp. 129-136. ISSN: 0482-5748 CONCLUSIONES Al final del periodo español en los Países Bajos, la idea que consiste en vestir a las tropas con uniforme es una noción que está definitivamente implantada. Se supone, aunque no existen evidencias, que, ya antes del acceso al trono de Felipe V, la designación de los colores de los regimientos tenía que ser aprobada por la autoridad central. El rey Luis XIV puso a disposición de su nieto, el monarca español, medios financieros y su experiencia en materia de suministro, lo que dio un nuevo impulso a las reformas emprendidas por el conde de Bergeyck (antes de 1700). En las altas esferas del Estado se daba importancia a la vestimenta, al mantenimiento y a la limpieza de las tropas, garantía de una buena recluta. Se podía observar claramente el vínculo de causa y efecto ya que los oficiales que descuidaban la vestimenta de sus compañías iban perdiendo sus reclutas, pues desertaban rápidamente156. Las publicaciones dedicadas al uniforme de los ejércitos españoles de los siglos XVI y XVII muestran, por la forma de su contenido, trabajos eminentemente descriptivos. En ellas se resume en un solo dibujo la figura del soldado, del tambor o del oficial, de un periodo concreto, generalmente un reinado. Se recoge en un solo dibujo un intervalo de tiempo demasiado largo ¿No son suficientes los relatos de Brantôme o de Mendoça? Pues se elaboran, como el coronel Rouen, con dibujos contemporáneos de Gerasch o del conde Breunner-Enkevoërth157. La historiografía española no ha logrado determinar tos y camisas y corbatas de los soldados, y los capitanes rendirán cuenta a sus soldados cada 6 meses de 4 denarios de la masita”. 155 Biblioteca Real Alberto I (B.R.), Manuscrito 3779 (Cartas del vendedor de tela de Bruselas Jean Jacobs al marqués de Lede, 27 de octubre 1702, y al mayor Beylant, 3 de mayo 1703). 156 Véase más arriba AGR, Conseil Privé de Philippe, l. 513 (Regimiento del Señor de Magno, revista del 3 de enero 1709). 157 A.J. BREUNNER-ENKEVOËRTH (Conde)- J. von FALKE, Römisch Kaiserlicher Majestät Kriegsvölker, Viena, 1888, 151 grabados copiados de Nicolas Meldemann, Hans Guldenmundt (1520-1530), de retratos y del Kriegsbuch del conde Reinhart de Solms (1559).
RHM 121
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