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82 ALBERTO GUERRERO MARTÍN de abarcar mucho en los estudios académicos, pero apretando poco en las materias puramente militares”116. Azaña se encontró con cinco academias para oficiales más la AGM de Zaragoza: Infantería (Toledo), Caballería (Valladolid), Artillería (Segovia), Ingenieros (Guadalajara) e Intendencia (Ávila). El 30 de junio de 1931 dos decretos reorganizaron los estudios militares, uno suprimió la AGM y el otro se encargó de la nueva organización de las academias. Así, se establecieron tres academias: una para Artillería e Ingenieros en Segovia; otra para Infantería, Caballería e Intendencia en Toledo, y la de Sanidad Militar en Madrid, que conservaba su organización. En las Academias de Infantería, Caballería e Intendencia y en la de Artillería e Ingenieros el período de estudios comprendía cuatro cursos. Cuando los alumnos terminaban el tercer curso eran promovidos a alféreces alumnos, y al finalizar el cuarto curso a tenientes. En cuanto a las asignaturas de ambas academias, cursaban en común las materias iguales y asistían juntos a las prácticas y ejercicios, separándose solo para aquellas materias o ejercicios que eran diferentes117. Entre los motivos dados para esta reorganización de las academias se señalaba que existían centros con “doce alumnos y más de treinta jefes y oficiales entre el profesorado y asistencia”. También se consideraba la necesidad de revisar “severamente” los planes de enseñanza entonces vigentes para que los oficiales saliesen de las academias “únicamente con la cultura militar indispensable al buen desempeño de la misión combatiente, en lo que respecta a los empleos subalternos, debiendo ser otros centros lo que se encargasen de ir perfeccionando las enseñanzas militares de los mandos superiores”118. Previamente a su ingreso en las citadas academias, los aspirantes debían haber cursado “algunas asignaturas universitarias” y permanecido durante seis meses como soldados en una unidad armada. Esto, unido al propósito de impartir una enseñanza más práctica, debió de producir una importante mejora en el nivel de los aspirantes a oficiales119. Además de las tres academias señaladas, estaba el Centro de Estudios Militares Superiores (CEMS), encargado del desarrollo de los cursos de coroneles para el ascenso, y las escuelas de perfeccionamiento para la instrucción, que eran las siguientes: Escuela Central de Tiro, encargada del estudio y experimentación del armamento y material del ejército, así como de establecer reglamentos y difundir los métodos de instrucción táctica, di- 116 AGUILAR OLIVENCIA, Mariano: El ejército español durante la Segunda República (Claves de su actuación posterior). Econorte, Madrid, 1986, pág. 126. 117  Decreto de 30 de junio de 1931,1º y 2º: GM nº 182. 118  Ibídem, exposición de motivos. 119 ALPERT, Michael: op. cit., pág. 164. Revista de Historia Militar, 121 (2017), pp. 82-90. ISSN: 0482-5748


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