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LA ENSEÑANZA PARA LA FORMACIÓN DE OFICIALES DURANTE… 83 rección del tiro y sus reglas o los métodos tácticos de combate; Escuela de Equitación Militar; Escuela Central de Gimnasia; Escuela de Automovilismo ligero y pesado, en la que se refundieron de Ingenieros y Artillería; Centro de Transmisiones y de Estados tácticos de Ingenieros. Además, se señalaba que la ESG sería objeto de una disposición especial120. Lo cierto es que aún funcionaba la EESM, que en julio fue transformada nuevamente en ESG, cuyo objetivo era elevar la cultura militar de los oficiales y formar a los auxiliares de mando. De este modo, se suprimió la sección industrial de la EESM121. Asimismo, con Azaña se introdujo la obligatoriedad de ser diplomado de EM o pertenecer al cuerpo para ser destinado al EMC122. El CEMS se creó durante la República. En su edición de 23 de julio de 1931, La Correspondencia Militar publicó el decreto que creaba este nuevo centro. En él se detallaba cómo se iba a desarrollar la enseñanza en los cursos de coroneles, que se articulaba en tres fases: una preparatoria, otra de ejecución y otra de viajes. En la primera se asistiría a conferencias sobre temas militares y sobre asuntos de orden general, además de asistir a ejercicios tácticos y de tiro en la Escuela Central de Tiro. En la fase de ejecución se realizarían dos ejercicios prácticos sobre plano, de división y de ejército, complementados con el estudio de una de las brigadas y de uno de los cuerpos de ejército. La fase de viajes consistiría en un viaje de Historia militar y otro de táctica general, realizándose en el terreno un ejercicio de cuerpo de ejército123. La decisión de reorganizar las academias fue también criticada por La Correspondencia Militar, que el 29 de julio de 1931 publicaba un artículo sobre el traslado de la academia de Caballería. En él, su autor, firmando con el pseudónimo de “Emilio”, indicaba que esta refundición no respondía a ninguna necesidad urgente como se había alegado. En cuanto a los motivos económicos expuestos por el Gobierno, quien aducía que había academias con más profesores que alumnos, también se mostraba en desacuerdo poniendo el ejemplo del traslado de la academia de Caballería de Valladolid a Toledo. Señalaba que disponía de magníficas instalaciones, que habían costado mucho dinero, y que trasladarlas a Toledo acarrearía más gastos, además de paralizar la enseñanza ecuestre. Terminaba alabando la enseñanza en la AGM, “modelo de enseñanza”, que sí había dado un buen rendimiento, 120  Ibídem, 5º. 121  Decreto de 21 de julio de 1931, 1º: GM nº 204. 122  CARDONA, Gabriel (1986): op. cit., pág. 74. 123  La Correspondencia Militar, 23 de julio de 1931. Revista de Historia Militar, 121 (2017), pp. 83-90. ISSN: 0482-5748


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