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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 865

ros o aviones para cubrir temporalmente determinadas áreas donde se prevé un incremento del riesgo de accidentes, o en los pocos lugares donde cuenta con medios aéreos SAR permanentes. Y aun en esos casos, siempre existe la posibilidad de que los servicios de la comunidad autónoma desplieguen también sus propios recursos y quieran hacerse cargo de la coordinación de todos los medios presentes en la zona, incluidas las aeronaves del Ejército del Aire, amparados en su plan territorial, pudiendo dar lugar a situaciones incómodas e incluso peligrosas. Aunque los RCC estén capacitados para dirigir operaciones SAR y sea esa su misión, solo las pueden realizar de manera eficaz cuando se ha acordado previamente con los centros gestores de emergencias de la comunidad autónoma. Incluso cuando la operación de búsqueda de una aeronave desaparecida se prolonga en el tiempo, con lo que la rapidez de intervención y cercanía de medios SAR al suceso pasaría a un segundo plano en beneficio de la especialización, existe también la posibilidad de concurrencia de varios centros coordinadores, con lo que necesariamente sus cometidos han de estar previamente identificados y acordados. Las operaciones de búsqueda son especialmente importantes para los RCC, por su facilidad para dirigir operaciones en áreas de gran extensión en las que puedan intervenir medios con diferentes capacidades y de diversos organismos, incluso de varios países. Como resultado, al menos en los accidentes aéreos producidos en tierra, los RCC solo pueden actuar cuando los gestores de emergencias de las comunidades autónomas les confirman que su intervención es necesaria y que no van a existir conflictos con otros centros coordinadores. Esto genera no pocas confusiones, puesto que al coordinar los RCC medios del Ejército del Aire, no se entiende fácilmente que puedan participar directamente en una emergencia dirigida por una comunidad autónoma. Deberían darse los principios de subsidiaridad y complementariedad que rigen las colaboraciones de la UME o de cualquier otra unidad militar y seguir los procedimientos establecidos para su solicitud. La excepcionalidad de los RCC y por extensión de todo el Servicio de Búsqueda y Salvamento Aéreo, solo se entiende al recordar la misión para la que fueron creados, que les convierte en un grupo operativo más, en terminología de los planes territoriales de emergencias en la gestión de accidentes aéreos. LOS CONVENIOS CON LOS SERVICIOS DE EMERGENCIA Fruto de esta realidad son los convenios firmados entre las diferentes agencias de emergencia de los gobiernos autonómicos y el Ejército del Aire, que se han estado promoviendo por parte del Servicio de Búsqueda y Salvamento Aéreo, específicamente dedicados a los accidentes aéreos. En ellos las operaciones de búsqueda se diferencian conceptualmente de las operaciones de salvamento, delimitándose claramente las funciones a desempeñar por el RCC y por los centros coordinadores de las comunidades autónomas. Al RCC le corresponde la dirección de las operaciones de búsqueda, en tanto que los citados centros autonómicos se encargan de la dirección de las operaciones de salvamento una vez localizados los restos. Hasta 560 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Julio-Agosto 2017


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