Page 19

REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 344

INTEGRACIÓN Para conocer a sus nuevos compañeros, saber cuál será el régimen de vida y de estudios y asegurarse de que realmente sienten la vocación militar, los 490 cadetes de nuevo ingreso de la General de Zaragoza, los 116 de la Escuela Naval de Marín (Pontevedra) y los 82 de la Academia del Aire de San Javier (Murcia) participaron, durante la segunda quincena de agosto, en la fase de acogida, orientación y adaptación, popularmente llamada «campamento ». En este periodo adquieren las destrezas básicas en instrucción y adiestramiento, así como los conocimientos esenciales sobre las Fuerzas Armadas y el Ejército al que se han incorporado. «Ponemos todas las medidas posibles —explica el director de la Academia General del Aire, coronel Miguel Ivorra— para facilitar el paso de la vida civil a la militar, pero procurando mantener un equilibrio entre adaptación y exigencia, ya que esta fase es selectiva». En esos quince días causaron baja 35 alumnos (diecisiete en el Ejército de Tierra, diez en la Armada, seis en el Ejército del Aire y dos en la Guardia Civil). Antes del periodo de adaptación habían renunciado otros cinco aspirantes (tres del Ejército de Tierra y dos de la Armada). Posteriormente, estas 40 bajas —un número similar al de 2016, en que se contabilizaron 39— fueron cubiertas por otros tantos aspirantes que en su momento no habían obtenido plaza. Entre las razones de los abandonos figuran la añoranza de la familia, la falta de conocimiento de la vida militar al ingresar y el descubrimiento, por parte de algunos alumnos, de que no les gusta el ejército en el que han logrado plaza. «Estos jóvenes —señala el capitán de corbeta Juan David García, jefe de instrucción de la Escuela Naval— llegan pensando que desde aquí pueden acceder a otro ejército, y una vez dentro se dan cuenta de que no existe esa opción y de que la Armada no colma Cadetes de la Academia General del Aire charlan en un momento de distensión. Debajo, ejercicio de instrucción y adiestramiento en el centro docente de Zaragoza. todas sus expectativas, por lo que deciden renunciar e intentarlo el próximo año en el Ejército de Tierra, el del Aire o la Guardia Civil». «Se produce un cambio muy fuerte —observa el cadete del Ejército del Aire Carlos Sánchez Ortiz—, en el que pasas de tener todas las comodidades a no tener nada, y a estar con unas personas a las que hasta entonces no conocías, pero cada vez que me preguntaba si esto era lo que quería para mí llegaban a mi cabeza miles de razones para seguir adelante». Gabriel Morales, alumno de la General, reconoce que algunas veces Este curso han ingresado 700 jóvenes en las Academias Generales del Ejército y del Aire y la Escuela Naval Noviembre 2017 Revista Española de Defensa 19


REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 344
To see the actual publication please follow the link above