Page 106

EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 921

las estructuras coloniales con los parámetros establecidos por las reformas borbónicas. La reorganización de la casa de la moneda, el impulso de las obras públicas, el inicio de los estudios estadísticos de población…»4. Tras lograr la pacificación de las tribus chimila, darién y motilones, que aún se mantenían hostiles, comienza una acertada política de desarrollo y protección de los indios y reforma de los «corregimientos»5, pues da estatus a los esclavos y sus descendientes huidos y refugiados en las conocidas como «cimarroneras », así como a los indios de Chocó. A unos y otros repartió campos de cultivo para que no careciesen de tierras en las que plantar sus maíces, «poniendo singular cuidado en reducir a poblados a los indios dispersos y primitivos, a fin de beneficiarles con los dones de la cultura y de la religión cristiana6. (…) El corregimiento se reducía a uno o varios pueblos, dependiendo de un corregidor, en lo que se refería a la administración de justicia. Ahora lo que se va a intentar es que estos se ocupen de la recaudación de los tributos, para evitar el descontrol que existía, al ser recogidos estos por los arrendatarios, llevando un tanto por cada indio tributario, no teniendo su ledo fijo, y de ahí los abusos con los indios y con la corona. (…) El virrey Eslava mandó hacer en Cartagena una numeración de la población indígena, comisionado un teniente del protector de indios. El virrey informó de que este había hecho una serie de agregaciones, erigiendo cinco corregimientos independientes de las cajas de Mompox, cuyos tributos serían recogidos ahora por los nuevos corregidores, nombrados y facultados por el decreto del 9 de noviembre de 1741 (AGI Santa Fé. Informe del virrey 12-IX-1746). Junto con este informe envió al Consejo de Indias otro de los oficiales de la Cajas Reales de Cartagena, en el que declaraban que los pueblos de indios anteriormente se hallaban medio abandonados y la población dispersa, por falta de cuidado, y que desde que se erigieron los corregidores por el virrey estos se hallaban gobernados de cerca por los corregidores. Puesto que una de las causas del abandono era la distancia existente entre unos pueblos y otros, esto se había arreglado con las agregaciones. También se hacía 106  REVISTA EJÉRCITO • 921 DICIEMBRE • 2017 mención de que los indios tenían abundancia de tierras para sus sementeras y para las de la comunidad, señalando que los tributos habían aumentado de 700 pesos en el año 42 a 2.300 pesos en el año 46 (AGI. Santa Fé. Informe de los Oficiales Reales. Cartagena 29-1-1746)». Para el profesor Hugues Sánchez Mejía7 la llegada de don Sebastián, y con él del reformismo borbónico, tuvo un impacto importantísimo en la adaptación de la población que, para las autoridades, «vivía sin Dios y sin ley», lo que conllevó la política de traslado, la fundación de sitios y pueblos habitados por indígenas y descendientes de esclavos y sus mezclas raciales. Las órdenes impartidas por el virrey Eslava trazaron un plan que buscaba sacar de la barbarie política a una heteróclita población que se situaba en zonas rurales apartadas o a la vera de caminos, caños, ríos y ciénagas. Fue así como se buscó dotar de policía y religión a un pueblo que hasta entonces vivía sin ley ni orden. Bajo su mandato se construyeron 20 nuevas iglesias; reparó y amplió otras; protegió las misiones establecidas e inició las del Darién, en la provincia de Panamá. Para don Sebastián, sin duda influenciado por su cercanía a los jesuitas, las misiones constituían la mejor forma de civilizar y lograr el desarrollo de los indios. A finales de 1748 supo por el alférez de navío Antonio Posadas que la guerra con Inglaterra había concluido al firmarse la Paz de Aquisgrán, y terminado así su compromiso con Ensenada, por lo que solicitó inmediatamente su relevo, lo que le fue concedido por Real Cédula de 22 de abril de 1749, que nombró como su sucesor a José Alonso Pizarro. Por Real Orden8 del 10 de mayo de 1749, firmada en Aranjuez, «se le dio título de capitán general de las Costas y Ejército de Andalucía a don Sebastián de Eslava, capitán general de los ejércitos, virrey, gobernador y capitán general del Reino de Granada y Tierra Firme». El 23 de febrero de 1750 embarca hacia España en el navío América. A su llegada, como era obligatorio para todos los virreyes, es sometido al conocido como «juicio de residencia9», donde fue exonerado de todos los cargos que se habían presentado contra él. Pasado este trámite fue nombrado director general de la Artillería


EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 921
To see the actual publication please follow the link above