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REVISTA HISTORIA MILITAR EXTRA II 2017

172 EMILIO DE DIEGO GARCÍA to, trabajaron para promover una intervención armada que les permitiera regresar. Según ellos, una fuerza armada de pocos miles de hombres, sería suficiente para promover un movimiento capaz de derribar el gobierno México. En ese ambiente se llevó a cabo la llamada expedición Barradas, en 182910, primera intervención armada española, de importancia, en tierra de Méxio después de la independencia de aquel país. Tras algunos éxitos iniciales, (la toma de Tampico el Alto, Pueblo Viejo y el Fortín de la Barra) las fuerzas expedicionarias fueron vencidas por el ejército mexicano mandado por Santa Ana y obligadas a capitular. El general Barradas hubo de retirarse a Cuba. El tratado de Paz y Amistad entre España y México, firmado en Madrid, por Miguel Santamaría, embajador de la república mexicana en Londres, y José Mª. Calatrava, presidente del gobierno y ministro de Estado español, estableció las bases de las relaciones hispano-mexicanas. Aprobado por el Congreso de México, el 1 de mayo de 1837 fue ratificado el 14 de noviembre de ese mismo año por la Regente, María Cristina. España reconocía formalmente la independencia de México y el gobierno mexicano aceptaba, como deuda propia, (conforme a la ley promulgada de 28 de junio de 1824), la contraída por el Gobierno español de la metrópoli, antes de 1821. El primer embajador de España ante la república de México fue don Ángel Calderón de la Barca, que entró en funciones el 29 de diciembre de 1839. Sin embargo el compromiso sobre la deuda no duró mucho, en la práctica, porque en 1837 se produjo una nueva suspensión de pagos por el gobierno de Ciudad de México, que venía a sumarse a las de 1827. Los problemas a este respecto se sucederían en un futuro cercano, por cuanto los gobernantes mexicanos interpretaron que la deuda anterior a 1821 era de carácter nacional e interna. Los tenedores de aquellos títulos buscaron la protección de sus respectivos países para obligar a las autoridades de la república mexicana a reconocer aquella deuda como exterior, y mejorar así sus expectativas de cobro y aumentar las cantidades a percibir11. 10  Ver Ruiz de Gordejuela, J.: Barradas el último conquistador español. La invasión de México en 1829. Instituto Nacional de Estudios de la Revolución de México. México, 2011. El general don Isidro Barradas fue puesto al mando de una expedición, organizada siempre desde Cuba, cuya meta era intentar sublevar a la población mexicana para restablecer el gobierno español. Al frente de unos 4.000 hombres partió la Habana el 5 de julio de 1829, embarcados en una flota de cinco buques de guerra (compuesta por “El Soberano”, dos fragatas y dos cañoneros) y una quincena de buques de transporte, todos ellos a las órdenes del almirante Laborde. 11  Ver García Pérez, A.: Estudio político militar de la campaña de México 1861-1867. Avrial impresores, Madrid, 1900. Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2017, pp. 172-200. ISSN: 0482-5748


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