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REVISTA GENERAL DE MARINA ENE FEB 2018

neutralización, al inutilizar la única pieza que el Bismarck no tenía doblada: el timón. Pero volvamos a Scapa y a la Primera Guerra Mundial. Tras el armisticio firmado el día 11 de noviembre de 1918, los 176 sumergibles que componían la flota submarina alemana fueron conducidos a Harwich, cerca de Londres. Los ingleses no estaban interesados en este tipo de unidades, que incluso habían denunciado como pérfidas en La Haya, y pronto los submarinos germanos quedaron TEMAS GENERALES El crucero de batalla Hindenburg hundido en aguas someras de Scapa Flow. repartidos entre los aliados. Sin embargo, sí lo estaban en los buques de superficie, tanto por sus sistemas de armas como por el excelente acero con el que estaban construidos, de modo que el 21 de noviembre de ese mismo año, 74 buques alemanes y unos veinte mil hombres fueron conducidos a Scapa Flow, donde quedaron internados a la espera de las resoluciones emanadas del Tratado de Versalles. Durante su estancia en el fondeadero, los marinos alemanes sufrían frecuentes vejaciones y eran humillados constantemente por sus guardianes ingleses, hasta que, habiendo recibido noticia de que la firma del tratado se llevaría a cabo el 21 de junio de 1919, el vicealmirante Ludwig von Reuter consiguió hacer llegar a los comandantes la orden de hundir sus barcos, y en la mañana de ese día las dotaciones alemanas abrieron simultáneamente las válvulas de fondo y puertas estancas con la intención de hundirlos deliberadamente. Cuando los ingleses se dieron cuenta de lo que estaba pasando, reaccionaron y consiguieron salvar 22 barcos, pero los otros 52 descendieron hasta besar los arenosos fondos de la bahía. En la refriega consiguiente Scapa Flow fue testigo de los últimos muertos, alemanes en este caso, de la Primera Guerra Mundial. Concluida la guerra, y con la chatarra sumergida alcanzando precios desorbitados, los buscadores de barcos hundidos proliferaron en todos los mares, y en el caso de Scapa Flow, el ingeniero Ernest Cox negoció con la Marina británica el rescate de los pecios alemanes, consiguiendo recuperar 35 de ellos entre los años 1924 y 1931, por lo que, teniendo en cuenta que otros ocho que solo habían quedado medio hundidos fueron objeto de demolición, en los fondos de Scapa Flow permanecieron nueve grandes buques alemanes. Se dice que en el período de entreguerras Alemania consiguió situar en Kirkwall, la pequeña localidad que da vida a la bahía y base de Scapa Flow, a 2018 21


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