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REVISTA GENERAL DE MARINA ENE FEB 2018

HISTORIAS DE LA MAR hay razones para pensar que, al menos inicialmente, consiguieron fascinar al sector del seguro. Además de los gadgets habituales el puente del Kayser tenía corredera Doppler, receptores Omega y Loran C, navegador por satélite Navidyne y una terminal MARISAT para voz y télex. La joya de la corona eran dos radares Sperry asociados a un sistema integrado de navegación y un calculador CAS (Collision Avoidance System) que, en la práctica, era uno de los primeros sistemas ARPA montados en un buque. El mal uso de este equipo hizo que la embarrancada fuera definida como CAS radar assisted stranding, un sarcasmo que mis colegas de más edad sabrán apreciar en todo su valor. El buque estaba asegurado en unos 150 millones de dólares (unos 700 actuales), y su seguridad pasiva incluía un diseño orientado a facilitar posibles operaciones de salvamento y hasta la combinación de colores del casco, fruto de una investigación para optimizar su avistamiento en diversas condiciones atmosféricas y estados de la mar. Si algo demuestra el compromiso de El Paso con la seguridad de su criatura es el esfuerzo que puso en la selección y formación de sus futuros inquilinos: la corporación invirtió una millonada en cursos y simuladores para la tripulación, y la formación continuaba a bordo con una colección de manuales y planes de contingencia encargados a consultores externos que contemplaba todas las emergencias imaginables e inimaginables, incluyendo la embarrancada. Los mejores oficiales que El Paso pudo «comprar» resultaron ser noruegos, y como el Kayser era el primer buque de la serie se llevó el capitán más prestigioso del catálogo; casi todas las fuentes omiten el nombre de los protagonistas, por lo que tampoco los citaré aquí: baste decir que el capitán (que llevaba mandando desde 1971) ha sido descrito como conscientious, capable, competent, well-trained and experienced. Tras limpiar las telarañas del fondeo, a mediados de 1979 el Kayser ya había completado doce viajes redondos llevando gas argelino a la costa Este, y la mañana del viernes 29 de junio le sorprendió terminando de cargar en Arzew para iniciar otro viaje a Cove Point (MD). La tecnología disponible a bordo habría permitido a sus tripulantes esquivar un tifón, pero no servía para conjurar un temible «viaje número 13», y la gafada comenzó cargando 95.000 m3 en lugar de los 125.000 habituales, porque el tanque n.º 5 tenía una pérdida (un «tanque pinchado», en el argot) y debía ir vacío. Sin duda lastraron los tanques contiguos, porque salieron con un calado de 11,43 m en aguas iguales. Gas estresado La estima inversa indica que El Paso Paul Kayser abandonó Arzew alrededor de las 10:00 h, y que tras doblar cabo Carbón y aproar a rumbo 270º dejó la isla de Alborán por el través de Br hacia las 17:40; navegaba a unos 19 nudos, que con buen tiempo le permitirían llegar a su destino en algo más de ocho 2018 69


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