TEMAS GENERALES La disposición de los buques en el momento del suceso era la siguiente: los torpederos Azor, Halcón y el cazatorpederos Destructor navegaban por la amura de estribor a distancia próxima, mientras que el Rayo y el Ariete, con el mismo rumbo que el Habana, iban a su popa a una mayor distancia. La dotación del torpedero Habana en el momento del suceso estaba formada por el teniente de navío Juan José Ozamiz y Ostoloza, comandante; el alférez de navío Manuel del Campo y Monfort, 2.º comandante; el segundo maquinista José Manso Brañal; el cuarto maquinista Bernardo García Montero; el obrero torpedista José Barreiro Seijas; el artillero de mar de segunda clase Manuel Fernández Prieto; el cabo de mar de primera clase José Benito Rey Otero; el cabo de mar de segunda Andrés Ardao Fernández; los marineros de segunda clase Cesáreo Oceguia Aguirre, Vicente Munitis Izpizua, Florentino Barandice Basade y Juan Laha Longa; los marineros fogoneros de primera Ángel Fernández Rivas y José Caridad Picado, y los marineros fogoneros de segunda Pedro Martínez Vidal y Antonio Aneiros Fernández. Las acciones posteriores a la explosión de la caldera, responsable del drama que se vivió aquel día a bordo del Habana, fueron orientadas con toda urgencia e inmediatez a llamar la atención del resto de unidades que navegaban junto a ellos. Recurrieron a disparar con la ametralladora, debido a que la falta de vapor hacía imposible cualquier señal sonora de alerta o llamada de socorro. El cazatorpederos Destructor se dio cuenta de la gravedad de la situación y puso rumbo hacia el Habana con el fin de prestarle auxilio. Del mismo modo, el comandante del Ariete, teniente de navío Joaquín Escoriaza y Aurrecoechea, se apresuró poniendo rumbo hacia el buque accidentado que, a causa del aumento del viento y fuerte oleaje de la mar, se había atravesado rápidamente. Cazatorpedero Destructor. (Foto: Archivo del Museo Naval). 650 Mayo
RGM MAYO 2018
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