Page 21

Revista de Historia Militar 123

ACADEMIAS MILITARES DEL SIGLO XIX: LAS COMPAÑÍAS DE... 21 mensuales que se les asignaba, estaban comprendidos todos sus suministros, incluso los de utensilio. Aunque se les retenía la cantidad que se juzgaba indispensable para los gastos comunes. Cada compañía disponía en plantilla, como se ha dicho, de dos capitanes, dos tenientes y dos subtenientes, todos oficiales elegidos del ejército, y de cien distinguidos como máximo. Además contaban con dos tambores y dos cornetas, que el Inspector general del arma de Infantería destinaba de los cuerpos de su mando. La Unidad funcionaba de modo independiente. El capitán más antiguo era el capitán director y se intentó que se organizasen como las compañías de infantería del ejército, por ello se eligieron entre los distinguidos aquellos que fueran más capacitados, uno para sargento primero, cuatro de sargento 2º, ocho de cabos, dividiéndose el resto de la compañía en cuatro escuadras. Estas escuadras se iban completando conforme ingresaban los alumnos. Al presentarse, los alumnos distinguidos eran admitidos y filiados por el Capitán, si tenían la orden del Inspector general de Infantería. También depositaban en caja las asistencias de un mes al menos, a razón de cuatros reales de vellón diarios. Asimismo debían llevar una serie de prendas de vestuario10 y de cama, un cubierto que no fuera de plata, un sable de reglamento con su tahalí, un tintero y unos libros: los tomos de las Reales Ordenanzas, el Reglamento de Táctica, los tres tomos de Historia y Arte militar, escritos en francés por el capitán Jacquinnot11 y la recopilación de Penas Militares del capitán Manuel María Mengs, edición del año de 1834. Estaban exentos de hacer servicios mecánicos, pero no de servicio de cuarteleros e imaginarias y de cabos de compra; éste último servicio se desarrollaba diariamente o por semanas. Se nombraba un cabo y dos distinguidos para la compra, acompañados de los criados necesarios “para verificarla a los sitios y horas oportunas”.12 Los Distinguidos que enfermaban, si eran leves se curaban en el propio centro pero a costa del interesado. Para graduar si eran o no graves y, 10  Un morrión completo con su funda de hule, una casaca de paño, un petí , un pantalón y un par de botines, una levita-capote de paño azul turquí, una gorra de cuartel, dos corbatines de paño, dos pares de pantalones de lienzo blanco con sus botines correspondientes, tres camisas, dos pares de zapatos, una mochila, etc. 11  Se trataba de la obra del capitán francés de Estado Mayor Carlos Jacquinnot de Presle, Curso del arte y de la historia militar, editada inicialmente en 1829, luego fue traducida y publicada en español en 1833. La obra proporcionaba una visión general de los conocimientos necesarios para mandar destacamentos y evolucionar las tropas. 12  Los criados tenían un salario y atendían “los servicios mecánicos”. Existía un criado por cada doce plazas, se mantenían a costa del fondo común de los distinguidos. También este fondo común cubría otros gastos comunes como el menaje y los particulares como el lavado de ropa, calzado, entretenimiento, renovación de prendas de vestuario, etc. Revista de Historia Militar, 123 (2018), pp. 21-42. ISSN: 0482-5748


Revista de Historia Militar 123
To see the actual publication please follow the link above