internacional Loey Felipe/UN Photo contra se alzaran voces firmes y convencidas —lideradas por Francia, España y la Unión Europea— que defendieron sin tapujos el multilateralismo, la integración del diferente, la lucha contra el cambio climático y la solidaridad internacional como las únicas opciones posibles para hacer de nuestro planeta un lugar de paz, bienestar y desarrollo. El trabajo conjunto y la solidaridad como instrumento para frenar el radicalismo fueron el leit motiv de los discursos de Sánchez y Macron. El jefe del Gobierno español —quien habló ante la ONU el día 28 de septiembre— animó a los líderes presentes en la Asamblea a luchar por la igualdad de la mujer y a respaldar tanto la Agenda 2030 (presentada por Guterres y cuyo espíritu es colocar al ser humano y al planeta en un lugar central para terminar con la desigualdad) como la batalla contra el cambio climático. «Frente a la imagen de país fortaleza, de narrativas excluyentes y xenófobas, reivindicamos la idea de solidaridad, humanidad y respeto. Es el momento de forjar un nuevo liderazgo cooperativo desde la voluntad no solo de escuchar al otro (…). No podemos despreciar todo lo que hemos conseguido trabajando juntos. El mundo será mejor trabajando juntos. Pero la verdadera fuerza de esta organización no reside en los méritos pasados. Sino en todo aquello que puede conseguir ganar el futuro. El momento es ahora», afirmó el presidente del Gobierno español. «Cuando nuestro sistema colectivo se derrumba en pedazos construyamos un nuevo mundo con rostro humano», propuso por su parte Manuel Macron, y añadió contundente que «el nacionalismo siempre lleva al fracaso». Con cierto sentido crítico, el presidente galo reconoció que el orden global ha fracasado en parte por su incapacidad para terminar con las diferencias y ha provocado «un nacionalismo emergente que hace imprescindible trazar un nuevo modelo basado en los principios de soberanía, cooperación regional y robustas garantías internacionales ». En línea antitética a la de Donald Trump, tanto Sánchez como Macron defendieron la vigencia del Pacto de París contra el cambio climático, el diálogo con Irán para mantener en vigor el acuerdo antinuclear y respaldaron de forma incuestionable la vigencia de la propia ONU, de la Alianza Atlántica y de la Unión Europea. PAZ Y DESARROLLO El mantenimiento de la paz, la validez y el respaldo a las operaciones de las Naciones Unidas —algo obvio hace unos años pero ahora más necesario que nunca— fue también otro de los argumentos Reunión de Alto Nivel sobre control de armamento celebrada en la sede del Consejo de Seguridad el pasado día 27 de septiembre. del discurso de Pedro Sánchez. El presidente español —que insistió en que «no es suficiente solo con prevenir, mantener y consolidar la paz, sino que allí donde el conflicto se produce debemos actuar» y reivindicó la aplicación del Derecho Internacional Humanitario y el trabajo de la Corte Penal Internacional— se sumó a las voces que reclamaron un reforma urgente del Consejo de Seguridad para agilizar las Resoluciones que permitan una intervención internacional. «España apoya la iniciativa franco-mexicana para limitar el uso del veto en el caso de atrocidades masivas. Catástrofes humanitarias como las de Siria o Irak nos recuerdan el precio a pagar por no llegar a tiempo». El jefe del Ejecutivo español insistió en que la protección de civiles debe ser el núcleo central de cualquier operación de paz y recordó que, por encima de todo, el respeto al diferente y la defensa de los derechos humanos tiene que ser la piedra angular de cualquier estado. En un año en el que se celebra el 70º aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, Sánchez recordó que «la humanidad no puede aceptar como inexorable que 68 millones de personas están desplazadas de forma forzosa, de los cuales más de 25 millones son refugiados y más de tres millones demandantes de asilo». Y, utilizando como ejemplo la propia historia de España —que definió como «un país de emigrantes»— y nuestra realidad política al destacar que somos uno de los pocos países de Europa sin un partido claramente xenófobo en el Parlamento, defendió la migración legal y la responsabilidad humanitaria de los gobiernos para evitar España defendió el Pacto por una migración segura, ordenada y regular que se firmará en Marrakech Octubre 2018 Revista Española de Defensa 51
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