incluir a la influencia y la narrativa, un aspecto tan importante como los escenarios híbridos. Las espectaculares imágenes de interminables filas de tanques T-90 y vehículos de apoyo son un claro ejemplo. Como testigos presenciales se invitó a 91 observadores extranjeros de 57 países. Actuar junto al gigante asiático es la demostración tangible de la alianza entre Beijing y Moscú, un bloque cuya finalidad principal sería el compensar o contrapesar a Estados Unidos, una potencia de igual o superior magnitud. Vostok representa un tablero de juego en la demostración de fuerzas por parte de unos actores tendentes a incrementar la influencia global. No es casualidad que el presidente Vladimir Putin asistiera a las maniobras tras reunirse en Vladivostok con su homólogo chino, Xi Jinping, en el Foro Económico del Este. Allí estuvo también con el primer ministro Shinzō Abe y el presidente Moon Jae-in, así que, no solo China, sino Japón y Corea Su-35 del Sur estaban claramente destinados a quedar impresionados con la combinación del poder militar y la oferta de una mayor cooperación económica. Asimismo, conviene tener en cuenta que Turquía, miembro de la OTAN, fue invitada a participar en el ejercicio, aspecto que se analizará más adelante. La participación de China ha sido uno de los factores que han llamado la atención. La dimensión combinada, entre Rusia y China, evita preocupar a los chinos sobre ejercicios militares cerca de su frontera y permite a Moscú demostrar que no está aislado militarmente. El máximo responsable del Ministerio de Defensa habló de profundizar la cooperación militar y mejorar las capacidades de ambas partes para responder de manera conjunta a varias amenazas de seguridad. Sin especificar a qué amenazas se refería, China participó con 3200 soldados, más de 900 piezas de equipo militar y 30 aeronaves de ala fija y helicópteros. DEMOSTRACIÓN DE CAPACIDADES MILITARES Para el presidente Vladimir Putin es una prioridad la modernización militar de su país. Para aquellos que piensan que las unidades y cuarteles de las Fuerzas Armadas rusas carecían de habilidades de combate y coordinación, ayer Zapad y hoy Vostok demuestran que los tiempos han cambiado. No hay que olvidar que este mensaje va dirigido también hacia Oriente Medio, un conflicto donde el Kremlin ha decidido participar de forma determinante. Con su Ejército desplegado durante una semana a lo largo de 7000 kilómetros demuestra que, a pesar de las sanciones económicas, incluso contra el sector de defensa, el país sigue en pie en busca de sus propios objetivos. Mi-8 desplegando fuerzas terrestres REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2019 153
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